DANZA

 Con nuevo diseño de escenografía, vestuario e iluminación regresará El Cascanueces al Auditorio Nacional

Boletín No. 1420 - 30 de octubre de 2017
  • La Compañía Nacional de Danza ofrecerá 14 funciones del clásico ballet, del 15 al 23 de diciembre

Con el diseño de escenografía, vestuario e iluminación renovado, El Cascanueces regresará al Auditorio Nacional a cargo de la Compañía Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

El clásico ballet que se ha vuelto una tradición en la época navideña, con coreografía de Nina Novak basada en la original de Lev Ivanov y música de Piotr Ilich Chaikovski, se presentará los días 15, 16, 17, 21, 22 y 23 de diciembre a las 17:00 y a las 20:00, y el 19 y el 20 a las 20:00; reunirá a más de 150 artistas en escena, y contará con la participación de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la Academia de la Danza Mexicana y la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBA.

“Me pareció una buena oportunidad renovar la escenografía de El Cascanueces, que tenía 16 años y no había visto anteriormente en vivo, solamente en videos. Esto por una parte fue una ventaja, porque así he podido trabajar con un poco más de libertad”, comentó en entrevista Sergio Villegas, quien diseñó la nueva escenografía.

“El mayor reto de esta producción es el tamaño del Auditorio Nacional. Todo lo que nosotros en teatro hacemos de cierto tamaño, en el Auditorio es cinco veces más grande, porque además ahora se abrirán todas las localidades para que se pueda apreciar la obra desde cualquier punto”.

Agregó que el huevo Fabergé es muy importante en esta producción. “En la corte de los zares de Rusia, donde trabajaba Chaikovski, había un joyero que era el artista oficial de los zares Romanov: Carl Fabergé. Él elaboraba joyería y regalos sumamente creativos para la corte.

“Carl fue precisamente quien dio a luz a los famosos huevos Fabergé, que no solo eran bellos en su exterior, sino que en su interior había sorpresas: pequeñas maquetas, trenecitos, barquitos, casitas, canastas con flores; todo hecho de joyería. Sobresalen pequeños robots como cisnes o pavorreales que, al darles cuerda, despliegan sus alas o su cuello. Algunos se conservan hasta nuestros días.

“Eso me dio la idea de jugar con los huevos Fabergé y llevar El Cascanueces de la Inglaterra victoriana, representada en la producción actual, a la Rusia zarista, que fue la época original en la que se escribió el ballet.

“El personaje del padrino de Clarita y Fritz, Herr Drosselmeyer, es misterioso, creativo y juguetón con los niños. Entonces se me ocurrió que él podría ser una especie de Fabergé. Él sería este inventor de la corte que crea regalos y muñecos fantásticos que más adelante cobran vida. Todo esto sucede en la imaginación dentro de un huevo Fabergé”.  

Villegas indicó que para el diseño de la escenografía se ha apoyado en Tolita y María Figueroa, diseñadoras del vestuario de El Cascanueces en diversas ocasiones –incluida la presente–, y en Laura Rode, escenógrafa de la anterior producción y diseñadora de la iluminación de la actual.

Añadió que los bailarines han hecho un esfuerzo adicional para conocer “los cambios y las nuevas circunstancias escénicas a las que se van a enfrentar. Estamos trabajando contra reloj para poder tener todo listo para diciembre.

“Espero que esta nueva producción sea estimulante para todo el público; que pueda detonar su imaginación. El objetivo es que la misma coreografía con un entorno distinto origine nuevas sensaciones y perspectivas”, concluyó.

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