ARTES VISUALES

Oscar Humberto Flores dictará la conferencia El retrato como ícono del poder

Boletín No. 84 - 26 de enero de 2018
  • El jueves 1 de febrero a las 17:00 en el área de murales del Palacio de Bellas Artes; entrada libre
  • En el marco de la muestra Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte

Una semblanza de lo que representa el retrato desde sus orígenes hasta la época del Renacimiento, cuando se consolidó el género, es la que ofrecerá Oscar Humberto Flores en la conferencia El retrato como ícono del poder, el jueves 1 de febrero a las 17:00 en el área de murales del Palacio de Bellas Artes, en el marco de la exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte. El acceso será gratuito.

El doctor en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México y docente del Instituto de Investigaciones Estéticas de la misma casa de estudios refirió que la finalidad de esta actividad paralela a la muestra que se exhibe en el Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 4 de febrero es hacer énfasis en la manera en la cual este género pictórico estuvo asociado al poder.

Indicó que los primeros retratos están presentes en las grandes culturas de la antigüedad. “Era práctica muy común tanto en Mesopotamia como en el antiguo Egipto que en las entradas de los templos y edificios públicos más importantes hubiera representaciones de los distintos gobernantes.

“El retrato estaba asociado al poder terrenal de los gobernantes, pero también al divino, de tal manera que la imagen de un faraón en la escultura de un templo tiene doble connotación: por una parte, el aspecto político, y por otra, el religioso.

“En estas mismas culturas el retrato tiene un sentido ligado a la inmortalidad. La efigie de los faraones en sus tumbas tenía el objetivo de evitar que sus almas se perdieran y garantizaba su permanencia para la eternidad. Este es un elemento que comparten las grandes culturas del mundo”.

El investigador añadió que en el mundo grecorromano la presencia de los gobernantes era patente en retratos, aunque gente de altas posiciones también era merecedora de este reconocimiento, como los atletas, a quienes se les hacían esculturas para que su recuerdo prevaleciera.

Las primeras monedas griegas y romanas muestran la efigie de gobernantes.

En el Renacimiento se consolidó la tradición retratística. A partir de este momento se generaron retratos en los que las características físicas sí son importantes, como en la pintura más famosa de la historia del arte: La Mona Lisa, personaje civil.

Flores adelantó que ilustrará su ponencia con imágenes de obras de Leonardo da Vinci, Tiziano y Tintoretto, entre otros artistas que practicaron el retrato, como Diego Velázquez en el mundo hispano, e incluso de autorretratos.

A partir de esas piezas mostrará la forma en la que el retrato se posicionó como un género pictórico que, aunado al uso de materiales como la grana cochinilla, reforzaba la iconografía del poder.

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