MÚSICA

La Escuela de Iniciación Artística núm. 4 del INBA reanuda actividades en nueva sede

Boletín No. 71 - 22 de enero de 2018
  • En la Ex Esmeralda, en la colonia Guerrero
  • Cuenta con instalaciones que permiten el desarrollo de las diversas disciplinas que imparte la institución educativa

Comunidad estudiantil, funcionarios, docentes, personal administrativo, egresados y padres de familia estuvieron presentes el miércoles 17 de enero en la ceremonia del restablecimiento de las actividades académicas de la Escuela de Iniciación Artística (EIA) núm. 4 del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que ahora se encuentra ubicada en el conjunto arquitectónico que albergó hasta 1994 a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, conocido como la Ex Esmeralda, en la colonia Guerrero de la Ciudad de México.

“La EIA núm. 4 reanuda sus actividades del ciclo 2017-2018 en esta nueva sede que ofrece mejores condiciones para el desarrollo de la vida académica en las distintas disciplinas, espacios acondicionados para las clases, la atención de alumnos y docentes, y la continuidad de los servicios”, señaló durante el acto protocolario el subdirector general de Educación e Investigación Artísticas del INBA, Sergio Rommel Alfonso Guzmán.

El inmueble funcionalista, inaugurado en 1964, cuenta ahora con 24 salones que han sido adaptados para las diversas disciplinas artísticas que se imparten en la escuela, y que alojarán a los 604 alumnos que integran su matrícula. Además, se han habilitado espacios para los talleres de escultura y grabado, auditorio, biblioteca y área administrativa.

Dentro de las instalaciones, la escuela compartirá espacio con el Centro de Producción de Danza Contemporánea y la Coordinación Nacional de Teatro del INBA, lo que dará la oportunidad a los estudiantes de acercarse al trabajo artístico profesional y establecer proyectos de colaboración. “Estoy seguro de que esta nueva sede será el semillero de muchas vocaciones artísticas profesionales y de individuos críticos y comprometidos con su sociedad”, aseguró Sergio Rommel Alfonso Guzmán.

Por su parte, la directora de la EIA núm. 4, Gisela Girela Álvarez, afirmó que se trata de un inmueble lleno de historia, dedicado al arte desde sus inicios y testigo de la enseñanza de las artes plásticas, la danza, el teatro y la música, y ahora del trabajo de una escuela en la que se desarrollan las bases de estas cuatro disciplinas.

Las EIA son parte del sistema educativo inicial en las artes, fase de un proceso formativo en el cual se da el primer acercamiento al objeto de estudio. En ellas, los alumnos obtienen conocimientos, experimentan, descubren intereses y desarrollan aptitudes y habilidades que permiten la elección consciente de una disciplina de estudio en particular.

Por su propia naturaleza, las EIA siempre han sido incluyentes, ya que en ellas se brindan conocimientos básicos de las artes, agregó. “Impartimos un taller de sensibilización para piano para personas con discapacidad y uno incluyente de artes plásticas. No hemos tenido un límite en cuanto a la aceptación de los alumnos, siempre y cuando tengan las habilidades y las aptitudes para desarrollar una vocación artística”.

Como parte de la ceremonia, se ofreció un programa artístico con la participación del taller incluyente de danza folklórica, los conjuntos corales de adultos y el taller de sensibilización musical para piano para personas con discapacidad.

También estuvieron presentes en el acto ejecutantes reconocidos que iniciaron su carrera en esta escuela, como la mezzosoprano Encarnación Vázquez, quien resaltó que fue en esta institución educativa donde halló su vocación. “Entré a la EIA por las ganas de tocar el piano, y un día mi maestro de conjuntos corales descubrió que yo tenía una voz. Por la calidad y la entrega de los maestros, se logró crear una generación, a la que pertenezco, de músicos profesionales que están por todo el mundo”.

El tenor Rodolfo Acosta recordó que, cuando estudiaba en la EIA, era una escuela pequeña donde el entusiasmo era más grande que la casa. “Tuve varios maestros que me educaron en el amor por esta carrera y en su instrucción. Ahora, estoy muy contento de poder enseñar a la juventud que esta profesión es digna y se puede vivir de ella con respeto”.

Por último, el músico Izakum Vázquez refirió que la EIA le abrió las puertas y el camino hacia su profesión. “Fue el principio de todo. La música es complicada, y hay que dejar muchas cosas. Yo empecé con percusiones en la EIA y después me fui a la Escuela Superior de Música, algo que me ha llevado a realizar una carrera tocando con gran diversidad y siempre con muchas ganas de compartir nuestra cultura”.

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