Roma en México, un intercambio cultural y correspondencia plástica entre Europa y el Nuevo Mundo

• Muestra que reúne 93 piezas de reconocidos artistas como Francesco Podesti, Carlo de Paris, Pietro Tenerani y Pelegrín Clavé, entre otros

• Se inaugurará el jueves 6 de diciembre a las 19:30 en el Museo Nacional de San Carlos

En el marco de su 50 aniversario, el Museo Nacional de San Carlos (MNSC) presentará el jueves 6 de diciembre la muestraRoma en México / México en Roma: las academias de arte entre Europa y el Nuevo Mundo (1843–1867), la cual reúne obras que dan cuenta del exquisito vaivén entre Roma y México durante el siglo XIX.

La exposición está integrada por 93 piezas de autores que muestran la correspondencia plástica que se generó gracias al intercambio académico entre Italia y México, a través de la Academia de San Luca, que importó notables obras de arte que forjaron un modelo estético para los estudiantes mexicanos, a la vez de fortalecer el rampante acervo del nuevo mundo.

Esta muestra internacional fue realizada entre el MNSC, el profesor Stefano Cracolici, de la Universidad de Durham en Inglaterra, y la profesora Giovanna Capitelli, de la Universidad de Calabria en Italia, quienes emprendieron una acuciosa búsqueda de obra que da cuenta del encomiable intercambio y sugerentes diálogos entre los que sobresale la reacción en contra del academicismo de Clavé por parte de Juan Cordero, acompañados de rasgos mexicanos en la pintura clásica.

Roma en México/México en Roma tiene como tesis fundamental la recuperación de artistas mexicanos como Tomás Pérez, Primitivo Miranda, Tiburcio Sánchez y Epitacio Calvo, quienes afianzaron el estilo italianista decimonónico, al igual que los ya consagrados —como Juan Cordero— y maestros de varias generaciones de artistas académicos que también navegaron en la trama ítalo-mexicana.

Asimismo, se promueve la fina apreciación de figuras capitales de la academia mexicana como el catalán Pelegrín Clavé, quien dirigió la reapertura de la Academia de San Carlos, fomentando la temática histórica y de paisaje con una visión europeísta de franco énfasis italianista.

También aborda al retratista Carlo de Paris, figura que nos legó un rico testimonio de la burguesía mexicana, y a pintores mexicanos de la talla de Salvador Ferrando, José Salomé Pina y Santiago Rebull, entre otros, quienes a través de sus composiciones dejaron prueba de una inventiva estética que encontró en el academicismo romano las bases compositivas que le dieron identidad a un México independiente, convirtiendo sus creaciones en un legado de gran importancia en la historia de nuestro país. 

Dentro de los ocho núcleos que conforman a la exposición, se revisan algunos momentos cruciales de las “experiencias de Roma” que México decidió que vivieran sus jóvenes pintores, escultores y arquitectos, gracias a la institución del pensionado romano y a los modelos importados.

En la primera sección, La fábrica del prestigio, se representa naturalmente el poder de atracción y legitimación que Roma ejerce en su dúplice condición de capital universal de la catolicidad y de magistra artium por excelencia, aún en el siglo XIX.

Obras en viaje está dedicada a la importación a México de modelos ejemplares de pintura y escultura: cuadros de gran formato, mármoles y vaciados realizados en Roma por los maestros de la Accademia di San Luca. Son obras maestras del arte romano del siglo XIX, pinturas de algunos de los más importantes profesores y artistas activos en la Ciudad Eterna. 

Como en una representación teatral por la que van desfilando los protagonistas de un drama, en Dramatis personae se documenta el género más solicitado de la época: el retrato; mientras que en La virtud de los clásicos se muestra la riqueza de los temas tomados de la literatura griega y latina, las retóricas sobre el ethos de los antiguos y la fantasía de las fábulas mitológicas.

La riqueza del pueblo es una sección que exhibe obras realizadas con modelos, un subgénero pictórico que obtuvo un notable éxito en el mercado internacional del arte y que estuvo bien representado en las exposiciones anuales de la Academia de San Carlos de Ciudad de México.

También se encuentra La escuela del paisaje, dedicada a este importante aspecto de la producción pictórica; se incluyen magníficos paisajes de Landesio y pinturas del húngaro romanizado Károly Markó El Viejo.

Finalmente, en La internacional del arte sacro se presentan algunas pinturas de carácter devocional realizadas por alumnos de la Academia de San Carlos, tanto en Roma como en México. Mientras que las obras Cristóbal Colón en la corte de los Reyes Católicos, de Juan Cordero — que podrá apreciarse en el Museo Nacional de Arte—, y La primera juventud de Isabel la Católica al lado de su enferma madre, conforman el último núcleo titulado El espectáculo de la historia.

En esta exposición también se busca resaltar la enorme importancia artística e histórica que engloba la colección de este museo, al ofrecer una relectura de su acervo correspondiente al siglo XIX, y mostrar un panorama en el que el academicismo romano se hace presente en tierras americanas.

Se busca lograr dicho cometido a través de las aportaciones de grandes artistas como lo fueron Francesco Coghetti, Francesco Podesti y Giovanni Silvagni, quienes enviarían a la academia mexicana imponentes cuadros cuyas composiciones ilustraron en las aulas mexicanas la manera en que se enseñaba a pintar en la prestigiosa academia romana, la cual fue adoptada ampliamente por el academicismo de una nación en busca de una identidad plástica.

El MNSC, con medio siglo dedicado al arte y al ser un recinto cultural que resguarda parte de la historia artística de la antigua Academia de San Carlos, presenta este proyecto expositivo en torno a estos intercambios plásticos por ser Italia el primer referente académico importante para México, debido a que a lo largo del siglo XIX la Academia de San Lucas en Roma compartió con la Academia de San Carlos en México un rico y fructífero diálogo estético.

La muestra Roma en México / México en Roma: las academias de arte entre Europa y el Nuevo Mundo (1843–1867) se presentará a partir del 7 de diciembre y hasta el 28 de abril de 2019 en el Museo Nacional de San Carlos, localizado en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera.

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