ARTES VISUALES

Busquemos que la cultura de la prevención permee en las colecciones y en el patrimonio cultural: Magdalena Zavala

Boletín No. 1287 - 19 de septiembre de 2018
  • La coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA moderó la presentación de la Guía de Gestión de Riesgos para el Patrimonio Museológico
  • Sandra Joyce Ramírez y Alejandro García Aguinaco la acompañaron en el evento que se desarrolló en el Museo Mural Diego Rivera

Busquemos que la cultura de la prevención permee, no solo en la protección civil, sino en las colecciones y en el patrimonio cultural. Así lo indicó Magdalena Zavala Bonachea, coordinadora nacional de Artes Visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), durante la presentación de la Guía de Gestión de Riesgos para el Patrimonio Museológico.

La reunión de especialistas en el área museística tuvo como sede el Museo Mural Diego Rivera, recinto que es ejemplo de la cultura de la preservación debido a que surge a partir de un desastre natural para resguardar el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central de Diego Rivera.

Sandra Joyce Ramírez, jefa del Laboratorio de Biodeterioro del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del INBA; Alejandro García Aguinaco, experto en museografía, y Magdalena Zavala, quien moderó el evento, resaltaron los puntos esenciales que contiene la guía.

La coordinadora nacional de Artes Visuales señaló que este instrumento se creó para los países árabes y ahora se adaptó para Iberoamérica. Comentó que en la mesa técnica para elaborar las propuestas que contiene la guía trabajaron expertos de Chile, Brasil, España, México y Costa Rica.

En su oportunidad, Sandra Joyce Ramírez aseveró que la publicación permite un acercamiento a las contingencias que vive día a día el personal de los museos, de las que salen medidas de prevención.

La guía menciona diez niveles de deterioro: fuerzas físicas (vientos, terremotos, aglomeraciones), delincuencia, fuego, agua, plagas, contaminantes, luz, temperatura, humedad, disociación. Seis niveles de envoltura: región, sitio, edificio, sala, mobiliario, soporte; los cuales proporcionan protección a los objetos del museo, pero también pueden contener diferentes fuentes de peligro para los objetos.

Asimismo menciona tres tipos de ocurrencia de los riesgos: los raros, que suceden una vez cada cien años, como una gran inundación, sismo intenso o huracán; los frecuentes, entre los que se incluyen fugas y filtraciones, infestación de insectos, golpes y caídas accidentales; los procesos acumulativos, tales como el desvanecimiento de colores, corrosión de metales o desgaste de textiles.

La experta del Cencropam dijo que hay que entender los conceptos y análisis de riesgo mirando hacia el pasado, viendo el presente y planteando distintos futuros; por lo que hay que identificar, detectar, monitorear y gestionar.

Compartió que una manera de detectar riesgos es consultar el Atlas Nacional de Riesgos, ubicar en qué zona se encuentran y saber a qué están expuestos. La guía, añadió, permite saber cómo trabajar cada acervo para tomar decisiones y contar con argumentos para decidir por qué se actúa en determinada forma.

Por su parte, Alejandro García reforzó la opinión de que la guía ofrece la metodología para tomar decisiones y establecer prioridades ante los impactos que puede sufrir el patrimonio. Destacó la labor interdisciplinaria de quienes trabajan en los museos para contar con el apoyo de los expertos en cada situación, ya sea eliminar una plaga o exhibir una obra con las medidas de protección adecuadas.

“Las colecciones no son objetos inertes, requieren de seguridad, iluminación y conservación. Hay que identificar el patrimonio como algo vivo y en constante movimiento”, señaló el museógrafo.

Finalmente, Magdalena Zavala destacó la fácil aplicación de la guía que permite poner en valor, identificar y señalar cómo actuar en caso de riesgo, así como regresar a la normalidad y retomar el cauce.

---000---