LITERATURA

Diana Golden leerá la adaptación para niños de la novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley

Boletín No. 197 - 21 de febrero de 2017

Diana Golden leerá la adaptación para niños de la novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley

  • El sábado 25 de febrero al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
  • En el marco del ciclo ¿Quieres que te lo lea otra vez?; entrada libre

Diana Golden es una cazadora de letras. Sus expediciones la han llevado a encontrar lo imprevisto; a descubrir y a gozar su contenido, y a aprender en el proceso. Cuando lee, siempre espera sorprenderse. Adquirió esta práctica de su padre, quien todas las semanas le leía cuentos. Desde entonces lo hace constantemente, donde sea, en cualquier momento.

Ahora les leerá en voz alta a los pequeños que asistan a la segunda sesión del año del ciclo ¿Quieres que te lo lea otra vez? –programa de fomento a la lectura organizado por Extensión Cultural del Instituto Nacional de las Artes (INBA)– la adaptación para niños de la célebre novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley, el sábado 25 de febrero a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. La entrada será gratuita.

“Me gusta leer. Los libros son la mejor manera de viajar, entretenerte y conocer lugares a los que nunca has ido o personas que vivieron antes o no existieron; de enterarte cómo se hicieron los grandes descubrimientos de la historia”, refiere en entrevista la actriz.

Cuando sus ojos capturan un libro busca identificarse con los personajes y, a partir de ellos, cambiar su forma de pensar, de ver la vida y de concebir determinados aspectos de la existencia. De niña le cautivaron textos de Isaac Bashevis Singer, Leon Tolstoi y Dolores Castro. Nunca se ha casado con algún autor o género porque hacerlo sería perderse de otros. En cambio, practica el poliamor: diversos escritores para diferentes épocas de su vida.

En su infancia, Platero y yo de Juan Ramón Jiménez era su favorito para que le leyeran. Soñaba con tener un burrito como el protagonista. Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes fue el libro que la llevó al teatro. Cuando tenía 14 años de edad, pensaba que ese “loco era una cosa maravillosa”. Durante su adolescencia, su padre y ella leían cada semana un capítulo, sentados en el comedor de su casa.

Después, como mucha gente, se enamoró con Pablo Neruda, lo mismo que con Jorge Luis Borges ─uno de sus autores favoritos─, a quien descubrió por su padre y quien desde entonces la ha acompañado.

Se adentró en el teatro con Federico García Lorca. Posteriormente, fue determinante en su vida conocer la obra de dramaturgos mexicanos como Hugo Argüelles (de quien fue alumna durante 15 años), Emilio Carballido, Tomás Urtusástegui, Víctor Hugo Rascón Banda, Vicente Leñero, Willebaldo López y Sabina Berman.

En 2010, en el marco de los festejos por el bicentenario de la Independencia de México, leyó en Leo… luego existo –el otro ciclo de fomento a la lectura de Extensión Cultural del INBA– Tres golpes de tacón de Rebeca Orozco, novela histórica gracias a la cual conoció quién fue Josefa Ortiz de Domínguez como persona.

Es difícil distinguir entre la cazadora y el cazado, pues tal parece que a veces son los libros quienes la tienen en la mira. Recientemente en una de sus expediciones a una librería se encontró con De la estupidez a la locura de Umberto Eco, recopilación de sus artículos inéditos en España.

Basada en su propia experiencia, Golden piensa que los cuentos son la entrada idónea para los niños al mundo de la lectura. Recomienda particularmente en este rubro La historia interminable de Michael Ende, “un libro que todo niño debe de leer”, además de las series de Harry Potter de J. K. Rowling y Terramar de Ursula K. Le Guin, que habla de un mundo ficticio poblado por seres mitológicos.

A los adultos les sugiere Gabriel García Márquez, sobre todo aquellas obras que le parecen cómicas, como Doce cuentos peregrinos o Los funerales de la Mamá Grande, así como cuentos de Horacio Quiroga y Álvaro Mutis.

Sobre la adaptación de Mary Shelley que leerá el fin de semana, aseveró que la primera enseñanza que le dejó es no guardar odio ni dejarlo crecer. Para ella, el monstruo es en realidad odio contenido. La segunda enseñanza es no transgredir las leyes de la naturaleza. “El doctor Frankenstein lo hizo y, cuando se dio cuenta de las consecuencias, ya no pudo hacer nada. El odio muere con él”. Esto es lo que considera valioso del texto y por eso le entusiasma leérselo a los infantes.

Habla con marcada admiración de mujeres como Shelley, quien cambió la historia de los monstruos; las hermanas Brontë, o Virginia Woolf, autoras que desafiaron las reglas sociales de su época al escribir sobre los temas que eligieron y atreverse a pensar por ellas mismas. “De ellas tenemos que tomar el ejemplo, ser fuertes y seguir adelante a pesar de todo.

“A mí me parece acertadísimo que los niños escuchen la historia de Mary Shelley y lean el libro, porque vivimos en un mundo lleno de odio, de guerras, de violencia. El monstruo de Frankenstein es el gran monstruo del odio. Y en momentos así cobra importancia mirar hacia uno mismo, hacia la gente querida y aceptar las situaciones que deben enfrentarse, Es algo difícil, pero ayuda para privarse del odio. La obra de Mary Shelley es vigente en 2017, pues el odio solo puede ser contrarrestado con el amor”.

Desde 2009, Golden participa en los programas de fomento a la lectura del INBA, a los cuales considera “preciosos, porque la gente disfruta mucho cuando les vamos a leer. Además de que es muy importante la lectura en la vida de una persona”, pues es una manera de luchar contra la violencia, por lo cual es importante que estos ciclos continúen, concluyó.

---000---