El MAM confronta la mirada de fotógrafos con la exposición Inasible
· La muestra reúne imágenes desde mediados del siglo XIX hasta el XXI; estará abierta del 19 de mayo al 29 de julio
· La curaduría de Iñaki Herranz plantea una relectura poética de la obra de 33 artistas
Temas como la juventud, el desnudo, la vanidad, la enfermedad, lo cotidiano, la muerte, la tragedia, la realidad y el sueño, vistos y confrontados desde la mirada de 33 fotógrafos, es lo que ofrece la exposición Inasible. Colección fotográfica MAM, una nueva relectura que realiza el Museo de Arte Moderno, con la curaduría de Iñaki Herranz, sobre su acervo fotográfico, considerado el más importante del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
De acuerdo con el curador, “la intención no fue ofrecer una lectura académica, cronológica, ni antológica o sobre los géneros canónicos de esta disciplina, como el paisaje, el retrato, el fotoensayo, fotoperiodismo, fotodocumental o la metafotografía, sino una relectura poética, un tanto subjetiva, pero con gran rigor curatorial que, al mismo tiempo, dialogue con la arquitectura del recinto”, por eso el recorrido mezcla los géneros y lo mejor de la historia de la fotografía.
Inasible, la cual reúne 64 fotografías, que abarcan desde mediados del siglo XIX, transita todo el siglo XX hasta inicios del XXI, es un recorrido que busca sorprender y sacudir al espectador con asociaciones inesperadas, como lo verifican las imágenes que recibirán al público: Guerrillero herido, 1979, de Pedro Meyer, junto a Güera, s/f, de Tufik Yazbek. Bajo el halo de lo juvenil, la primera presenta a un hombre semidesnudo y mutilado de las piernas; la segunda, un hermoso rostro de mujer.
La muestra incluye un fotomontaje titulado Fusilamiento de Maximiliano una imagen, se calcula de entre 1867 o 1868, anónima, de casi cinco centímetros de ancho por cuatro de alto, que se muestra junto a una de Manuel Álvarez Bravo, Cuatro del ángel del temblor, 1957; estas imágenes están contrapuestas con Pronóstico vidrioso, 1938, de Álvarez Bravo; la fotografía de prensa de Crispín Vázquez sobre la escultura Mujer reclinada, de Francisco Zúñiga, y una imagen de la serie El baño de Frida, 2009, de Graciela Iturbide, lo cual muestra los distintos tipos de registro, desde foto hecha con un proceder artístico, con una manipulación de la imagen, fotoensayo y fotoregistro de obras de arte, señaló el curador.
“Con este recorrido retomamos un espíritu de mucha tradición en el MAM, desde Fernando Gamboa, que tiene que ver con “proponer curadurías experimentales, también con la intención de ofrecer lo mejor en cuanto a géneros y épocas”, explicó.
Sobre el acervo del recinto, el cual se caracteriza por imágenes fuertes, señaló que esto tiene que ver por la tendencia al documentalismo social que se vivió durante las pasadas épocas. Destacó que la colección no solo es relevante por su contenido, sino por el interés y esfuerzo que tiene la institución por hacerla pública y para que se investigue, aspecto del que no gozan otras colecciones.
Asimismo, recordó que “desde las adquisiciones que hizo el MAM en 2008, logra abarcar, representativamente, la historia del quehacer fotográfico en México, el cual incluye el fondo más completo de Manuel Álvarez Bravo; sin embargo, todavía hay lagunas en cuanto a fotógrafos y periodos”.
En este sentido, el curador recomendó que los visitantes pongan atención en fotos con El derrumbe de Tlatelolco, de Marco Antonio Cruz; La caja de zapatos, de Gabriel Orozco, así como El espacio que ocupa mi cuerpo en el espacio, de Sebastián Romo.
Por su parte, la directora del MAM, Sylvia Navarrete Bouzard, precisó que la colección cuenta con más de un millar de fotografías, lo cual incita no solo a hacer exposiciones periódicas, sino diálogos con otras colecciones: “En los últimos cuatro años hemos realizado nueve exposiciones de fotografía”.
La muestra estará abierta a partir del 19 de mayo y concluirá el 29 de julio. Museo de Arte Moderno (MAM), Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec, Primera Sección.
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