ÓPERA

La ópera de fiesta en los mercados de la CDMX

Boletín No. 427 - 16 de abril de 2018
  • Este fin de semana, los cantantes de ópera Beatriz Meléndez, Marlene Palomares y Dante Alcalá visitaron cuatro mercados en las delegaciones Iztapalapa y Álvaro Obregón
  • Ante el entusiasmo del público, al término de las cuatro presentaciones los cantantes mostraban carteles que decían “Esto es ópera… ¿Te gustó?”
  • Los tres artistas están convencidos de que esta labor en los espacios públicos es para proporcionar a la población actividades que contribuyan a nutrir y enriquecer su vida cotidiana con una experiencia artística

Era medio día en el mercado, de entre las legumbres y el queso canasto brotaban dulces voces. La vendedora de flores, desconcertada, miraba hacia todos lados, porque lo que escuchaba se colaba implacable entre sus girasoles y dalias.

El pajarero ya no sabía qué era más bello, si el trinar de sus aves enjauladas o el canto de las dos jóvenes que, cual hadas, recorrían sonrientes los pasillos contagiando a todos su gusto por el canto.

La mezzosoprano Beatriz Meléndez y la soprano Marlene Palomares visitaron este fin de semana cuatro mercados en las delegaciones Iztapalapa y Álvaro Obregón de la Ciudad de México, y, junto al tenor Dante Alcalá, sorprendieron a público y locatarios con la interpretación de 15 arias de ópera.

Ataviados con delantales y blusas floreadas, los cantantes se mezclaron entre comerciantes, amas de casa y comensales, para irrumpir en la cotidianidad del mercado. Bien plantados hicieron de esos espacios el mejor de los escenarios al regalar 40 minutos de tranquilidad y alegría a todo aquel que quiso escucharlos.

En cada mercado Dante Alcalá arrancó los aplausos con Una furtiva lágrima de la ópera bufa El elixir de amor de Gaetano Donizetti; también con Nessun dorma de la obra Turandot, original de Giacomo Puccini; y Serenata d’Arlecchino de Pagliacci, escrita por Ruggero Leoncavallo.

Marlene y Beatriz recogieron miradas de ternura y respeto al interpretar, entre otras, O mio babbino caro, aria de la ópera Gianni Schicchi de Puccini; y Canción a la luna extraída de Rusalka escrita por Antonín Dvořák. Dúo de las flores, que pertenece a la ópera Lakmé de Léo Delibes, y la pieza La Barcarola de Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach, también hicieron los mejores momentos de la tarde.

Niños, abuelitas y mamás con sus carriolas, todos detuvieron su paso envueltos en el encanto. Sin duda los instantes más aplaudidos fueron aquellos en los que Dante, Beatriz y Marlene unieron sus voces para cantar Un dì, felice, eterea, dúo del primer acto de la ópera La traviata de Verdi; Mon cœur s'ouvre à ta voix, popular aria de la ópera Sansón y Dalila de Camille Saint-Saëns; la muy conocida aria Brindis, también de La traviata de Verdi, y Funiculì, funiculà, famosa canción napolitana compuesta en 1880 por Luigi Denza.

Ante el entusiasmo del público, al término de las cuatro presentaciones los cantantes mostraban carteles que decían “Esto es ópera… ¿Te gustó?”, “¿No que no te gusta la ópera?”. Sonreían satisfechos del trabajo que desde hace tiempo realizan a favor de la difusión de este género de música teatral.

Los tres artistas están convencidos de que esta labor en los espacios públicos es para proporcionar a la población actividades que contribuyan a nutrir y enriquecer su vida cotidiana con una experiencia artística.

Al referirse a este tipo de acciones en mercados de la Ciudad de México, el tenor Dante Alcalá comentó que participar “es una maravilla. La ópera cantada en un mercado es algo único, la cercanía con las personas, la magia y la energía que se experimenta aquí yo no la he vivido en otro lugar en mis 18 años de carrera. En mercados y plazas públicas de diferentes entidades del país me he presentado más de 20 veces.

“Estos eventos son importantes porque se rompen fronteras. Al inicio de las presentaciones, algunas veces, la gente hasta nos ha silbado, porque relacionan la ópera con algo elitista y solemne, después experimenta sentimientos encontrados porque descubre que le encanta. La ópera es para todos, hay que animarse a conocerla. Yo siempre le digo a las personas: acérquense a conocer, vengan, corren un enorme riesgo y este es que queden perdidamente enamorados de la ópera”. 

Tras su presentación, Beatriz Meléndez comentó: “Me emocioné mucho cuando me invitaron a este proyecto. Yo quería participar en algo que pueda llevar a la gente lo que yo amo y que tal vez no conozca. Lo más bonito para mí es que iniciamos estas actividades en la delegación donde yo nací: Iztapalapa. Para mí ha sido muy bello ver a la gente que sonríe, gusta y quiere conocer más”.

Marlene Palomares, por su parte, dijo sentirse feliz y entusiasmada. “Al principio estábamos un poco nerviosos por cómo lo iba a tomar la gente, pero me encantó, ha sido una gran experiencia. Están planeadas más presentaciones en otras delegaciones, ya les avisaremos”.  

Ópera en los mercados es una activación que tiene como propósito hacer de la ópera una experiencia artística con públicos nuevos. Esta actividad se realizó gracias a la iniciativa y experiencia en otros espacios similares del director de escena César Piña con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes, de continuidad con los programas que ha realizado el instituto en alberges y centros de reclusión, entre otros.

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