ÓPERA

Regresa al Palacio de Bellas Artes la ópera Rusalka, de Antonín DvoÅ™ák

Boletín No. 425 - 15 de abril de 2018
  • Una producción de la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes, con la dirección escénica de Enrique Singer y concertadora de Srba Dinic
  • Participa un elenco internacional al lado de la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes
  • Funciones  26 y 29 de abril, así como 3 y 6 de mayo en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes

La Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes presenta Rusalka, de Antonín DvoÅ™ák, obra considerada como piedra angular del repertorio operístico checo. Producción presentada por primera vez en 2011, se escenificará nuevamente los días 26 y 29 de abril, así como 3 y 6 de mayo; jueves a las 20:00 horas y domingos a las 17:00 horas.

Fue estrenada el 31 de marzo de 1901, en el Teatro Nacional de Praga y está inspirada en el célebre cuento La sirenita de Hans Christian Andersen, así como en los cuentos de la tradición oral checa recopilados por Božena NÄ›mcová y Karel Jaromír Erben. Narra la historia de amor entre la ninfa acuática Rusalka y un príncipe, representantes cada uno de ellos de un mundo mágico y sobrenatural y de otro mundo material y terrenal, respectivamente. Al rebasar las fronteras de sus mundos los protagonistas deberán enfrentar consecuencias fatales.

El elenco de solistas está encabezado por la argentina Daniela Tabernig (Rusalka), el tenor ruso Khachatur Badalian (El príncipe), el bajo islandés Kristinn Sigmundsson (Vodník) y la mezzosoprano mexicana Belem Rodríguez (Ježibaba), quienes estarán acompañados de otros solistas, actores y bailarines, así como la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes, todos ellos bajo la dirección concertadora de Srba Dinic.

Una producción de Ópera de Bellas Artes que remite a la estética fantástica de los cuentos de hadas, tanto por su tratamiento plástico como por los movimientos constantes de escenarios a vistas del público. Dirigida por Enrique Singer, con un diseño escenográfico de Jorge Ballina, vestuario diseñado por Eloise Kazan, iluminación de Víctor Zapatero y maquillaje y peinados de Cinthia Muñoz.

Para Daniela Tabernig, Rusalka, representa a una adolescente que experimenta nuevas sensaciones y sentimientos. “Tiene una enorme curiosidad por conocer el mundo de los humanos, que es muy diferente al de las ninfas y en la obra se percibe claramente el choque de estos dos mundos.

El reto mayor de este personaje es el aspecto corporal, porque hay que encontrar la forma en la que se pueda ver una ninfa acuática y cómo ésta se va transformando en humana. Es una obra dramática que demanda mucha energía y conocimiento, además del desafío del vocal y el idioma.”

Para la mezzosoprano mexicana Belem Rodríguez la bruja Ježibaba es un personaje que representó por primera vez en 2011. “Es una ópera difícil porque no es de repertorio. Tiene también la dificultad del idioma checo, que para los hispanoparlantes es mucho más lejano, con fonemas que no tenemos en nuestro idioma”, agregó.      

Sobre Vodník, el bajo islandés Kristinn Sigmundsson, quien ha presentado este papel en teatros tal relevantes como la Metropolitan Opera de Nueva York,  aseguró que se trata del personaje más difícil que ha realizado, pues, de todos los idiomas que habla, el checo es el más difícil de cantar. Y añadió: “Es la primera vez que estoy en México y es un honor encontrarse con cantantes de gran calidad de diversas partes del mundo”.

El director de escena Enrique Singer dijo que Rusalka ha sido una experiencia importante en su vida, ya que fue la primera ópera que dirigió. Además, consideró que “es una obra difícil porque es fantástica, ha sido muy poco representada y esta producción de la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes es la primera versión que se realiza en Latinoamérica.

“Escénicamente es un cuento de hadas que sucede en la tierra, en un palacio y bajo el agua, y junto con Jorge Ballina, Víctor Zapatero y Eloise Kazan, quisimos recrear un mundo fantástico con una estructura escenográfica compleja, con muchos cambios y colores”. 

El director concertador Srba Dinic mencionó que la música de la ópera Rusalka tiene muchos colores y encierra momentos mágicos.  “Para la orquesta es un placer hacer esta música y estoy seguro de que vamos a tener una linda producción. Dentro de la música de esta ópera hay dos elementos muy claros: la tradición mágica de la música eslava y la influencia de la música de Wagner, estos dos elementos cambian constantemente y hacen una mezcla muy interesante.

“La orquesta debe crear momentos íntimos, finos y, por otro lado, presentar los ritmos típicos eslavos que casi no se conocen.  Contamos con un muy buen elenco y una gran orquesta con la que ya he trabajado por más de cinco años, recibiendo buenas críticas por su nivel, además del coro que tiene muy buenos cantantes y voces”, subrayó.

Solistas

Rusalka: Daniela Tabernig

Príncipe: Khachatur Badalian

Vodník, Espíritu de las aguas: Kristinn Sigmundsson

Ježibaba, una bruja: Belem Rodríguez

Tres ninfas: Lucía Salas, Edurne Goyarsu y Nieves Navarro

Princesa extranjera: Celia Gómez

Guardabosques: Antonio Duque

Un joven cocinero: Carla Madrid

Cazador: Édgar Gil

Anguila: Carlos Carrillo (abril 26 y 29, mayo 3) / Jorge Ronson (mayo 6)

Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes

Director concertador: Srba Dinić

Director de escena: Enrique Singer

Diseño de escenografía: Jorge Ballina

Diseño de iluminación: Víctor Zapatero

Diseño de vestuario: Eloisse Kazan

Coreografía y gestualidad: Franco Cadelago

Diseño de maquillaje y peinados: Cinthia Muñoz          

Director huésped del coro: Carlos Aransay

Funciones: Palacio de Bellas Artes, abril 26 y 29 y mayo 3 y 6.

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