LITERATURA

Los textos de Amparo Dávila, ajenos a las estructuras y géneros literarios

Boletín No. 175 - 19 de febrero de 2018
  • Conversatorio Reflexiones sobre el cuento en la sala Adamo Boari
  • Homenaje del INBA por los 90 años de la escritora

En el marco del homenaje que el INBA le rinde a la escritora Amparo Dávila, por los 90 años de su nacimiento, los jóvenes escritores Aniela Rodríguez, Jaime Velasco Estrada y Elena G. Moncayo participaron en el conversatorio Reflexiones sobre el cuento y la influencia que ha tenido la autora de Árboles petrificados en su creación literaria, realizado en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

La periodista y narradora Elena G. Moncayo (1987) aseguró que “Amparo Dávila mostró una nueva forma de hacer literatura, lejos de los círculos literarios y los estándares de publicación. Incluso, esto mismo la orillaría a definir su escritura como anárquica, ya que no le interesaban las estructuras ni los géneros”.

Señaló la autora del libro La sequía: “Desde la publicación de sus Cuentos reunidos, me parece que los escritores jóvenes hemos volteado a verla con asombro porque esa libertad con la que ella se acercó al proceso creativo se percibe en sus textos que son una mezcla entre lo real y lo fantástico, sin querer pertenecer a nada, y que bien pudiera ser un reflejo de nuestras propias pesadillas”.

Por su parte, Aniela Rodríguez (Chihuahua, 1992), quien ganó los premios Nacional de Cuento Joven Comala 2016 y Chihuahua de Literatura 2013 por El confeccionador de deseos, habló sobre el cuento y aseguró que éste es considerado por las editoriales “como el patito feo de los géneros narrativos”.

La licenciada en Letras Españolas con mención cum laude por la Universidad Autónoma de Chihuahua, apuntó que el cuento es uno de los géneros más difíciles de escribir y siempre será tema de conversación. Aseguró que el cuento es el más “inadaptado” de los géneros, pues piensas que es como el chico de la secundaria que siempre se encuentra a la sombra de las personas más populares y que siempre lo hacen menos.  

Rodríguez señaló que el cuento es el hermano feo de la novela, ya que la industria editorial ha sido muy incisiva con este género, pues no vende ni llama la atención de la gente, que prefiere leer una novela de 600 páginas. Los cuentos son para gente underground, señaló.    

El escritor oaxaqueño Jaime Velasco Estrada comentó que su acercamiento a Amparo Dávila y a la literatura fantástica ha sido parcial: me he acercado con escepticismo debido a que veo a este género con gran respeto.

Sin embargo, opinó que en los cuentos de Dávila siempre sucede algo extraño y anómalo que nos conduce a lo extraño y lo misterioso. En ellos siempre está latente algo más oculto de lo que describe la escritora.

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