ARTES VISUALES

El Museo Tamayo albergará las exposiciones Artaud 1936 y Cerith Wyn Evans

Boletín No. 142 - 09 de febrero de 2018
  • La primera es una colectiva que rememora el antes y después de la presencia en México del escritor francés Antonin Artaud
  • La segunda es una muestra monográfica del británico Cerith Wyn Evans, quien cuestiona la realidad a través del espacio, la luz y el sonido

A partir del sábado 10 de febrero, en el Museo Tamayo se abrirán al público las exposiciones Artaud 1936, una remembranza de la presencia del escritor francés Antonin Artaud en México, y Cerith Wyn Evans, primera muestra monográfica en nuestro país de este artista británico considerado entre la corriente vanguardista europea contemporánea. 

     

Organizadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes, ambas exhibiciones marcan el inicio del programa expositivo del recinto en el 2018. La primera de ellas es una colectiva multidisciplinaria que tiene como punto de partida la presencia en México, en 1936, de Antonin Artaud (Francia, 1896-1948), y la influencia que dejó en los campos de la literatura, la plástica y el cine en nuestro continente. 

La segunda se trata de una visión amplia de la obra desarrollada por el artista Cerith Wyn Evans (Reino Unido, 1958), la cual se caracteriza por crear momentos de tensión y fractura dentro de las estructuras de comunicación, ya sean visuales, sonoras o conceptuales, utilizando materiales no convencionales como el vidrio, la luz y el sonido.

Con la curaduría del huésped Manuel Cirauqui, Artaud 1936 conmemora la figura legendaria de Artaud, haciendo una remembranza de su vista en 1936 cuando, decepcionado de la cultura europea, viajó a nuestro país para ofrecer conferencias, pero, más que nada, buscando adentrarse en la cultura milenaria mexicana, convencido de que tenía mucho que ofrecer a Francia.

En ese periplo, Artaud (el poeta y dramaturgo surrealista, compañero de proyectos de André Breton) viajó a la Sierra Tarahumara y convivió con los rarámuris y sus antiguas tradiciones, en una experiencia considerada principalmente como espiritual y de redescubrimiento de los orígenes del ser humano. De ello resultó una amplia obra artística (literaria, dramatúrgica, plástica) que, a la larga, marcó una gran influencia tanto en México como en otros países de América.

Artaud 1936 conjunta instalación, video, escultura, dibujo, pintura, gráfica, fotografía, collages, libros y otros documentos del propio Artaud, así como de artistas con los que se relacionó en México en aquella época (María Izquierdo, José Clemente Orozco, Germán Cueto, Luis Ortiz Monasterio) y de otros más contemporáneos que repensaron su estética e ideas para producir nueva obra como el cineasta Nicolás Echevarría, Abraham Cruzvillegas y Javier Téllez, entre otros.

Dicha muestra se divide en dos partes: La sierra de las cosas, que se exhibirá del 10 de febrero al 1° de abril, y La tinta invisible, del 5 de abril al 20 de mayo, cada una con su selección de obras, pero también con la incorporación de otras, a fin de permitir diálogos y lecturas diferentes.

Por otro lado, la exposición de Cerith Wyn Evans transita en un canal diferente, pero no distante al de Artaud 1936, pues de alguna forma también cuestiona las nociones de realidad, cognición y subjetividad a través de 12 grandes piezas realizadas conforme a la arquitectura del Museo Tamayo.

Destaca la instalación a gran escala titulada E = C = L = I = P = S = E (2015), la cual recibe al público suspendida del techo en el patio central del museo. Se trata de varias líneas de letras de neón blanco que describen la progresión temporal y geográfica de un eclipse de sol en varios continentes.

También en el patio central y la Sala 2 del museo, se encuentran dos obras recientes: Sutra (2017) y Mantra (2017), un par de candelabros de vidrio adornado (fabricados por Galliano Ferro en Murano), que parpadean intermitentemente a partir de la iluminación dirigida por una partitura de piano compuesta e interpretada por el artista, a fin de explorar el potencial del audio transformado y transfigurado en luz. 

Más adelante el público transita por Still life (in course of arrangement...) II y V (2015), obras que consisten en una serie de árboles colocados sobre platos que giran casi imperceptiblemente y son iluminados por dos lámparas que proyectan una serie de sombras en la pared.

Al final de recorrido se encuentra T=R=A=N=S=F=E=R=E=N=C=E (Frequency shifting paradigms in streaming audio) (2012), única pieza en la muestra que atraviesa el espacio a través del sonido: un altavoz colocado en el piso crea una columna de audio que transmite observaciones y análisis de señales radiales de planetas, estrellas y otros objetos astrofísicos.

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