MÚSICA

La Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música brindará su concierto de fin de año

Boletín No. 1635 - 12 de diciembre de 2017
  • El miércoles 13 de diciembre a las 18:30 en el Auditorio Silvestre Revueltas del CNM, bajo la dirección de Germán Tort; entrada libre

“El programa del concierto de fin de año de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música (OSCNM) es parte del repertorio que todo joven instrumentista tiene que aprender para cuando llegue a una agrupación profesional, porque somos una orquesta formativa”, expresó Germán Tort, director de la OSCNM.

El programa del concierto, que tendrá lugar el miércoles 13 de diciembre a las 18:30 en el Auditorio Silvestre Revueltas del CNM, está integrado por la Obertura Coriolano de Ludwig van Beethoven, el Concierto para piano núm. 21 y el Concierto para clarinete de Wolfgang Amadeus Mozart y la Sinfonía inconclusa de Franz Schubert. El acceso será gratuito.

“Son obras básicas, formativas para los jóvenes músicos. El proceso de selección de los solistas del concierto (el pianista Isaí García y el clarinetista Juan Mendoza) fue por medio de un concurso de entre unos 17 alumnos.

“Todos ellos tocaron, y fueron seleccionados quienes hicieron más musical las obras, tocaron más limpio y tenían mayor conocimiento de las piezas. Quienes cumplieron los requisitos fueron los solistas ganadores, seleccionados por un jurado compuesto por cinco maestros de diferentes instrumentos y por mí.

“En cada concierto tocamos obras de repertorio porque somos una orquesta formativa. Siempre interpretamos obras básicas para darle oportunidad a los alumnos de participar como solistas porque es el momento y el lugar para que practiquen con la orquesta y después hagan su vida profesional.

“La pedagogía para mí es más sencilla porque siempre estuve educado para dar clases y no nada más para orquestar. Mi padre y mi madre me enseñaron cómo dar clase. Vemos siempre muchos aspectos en la parte formativa de los estudiantes. Por ejemplo, previo al concierto, cómo sentarse correctamente, manejar las partituras, vestirse, comportarse en el escenario o entregarse a los aplausos.

“Para formar a estos jóvenes, somos un equipo de maestros que decidimos en conjunto qué repertorio poner para que sea formativo, qué es lo que los alumnos necesitan y cómo se los podemos dar para que en una orquesta profesional lo apliquen.

“Ayudarles a los estudiantes a crecer es una de las satisfacciones más grandes que puede haber; es hacer un poco esa labor que necesita México. No se puede ser músico nada más: se necesita ser educador y músico a la vez. Para mí es tan satisfactorio dirigir una orquesta profesional como una orquesta de jóvenes formativa”, concluyó Germán Tort.

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