El INBA reconoce la excelencia académica de sus  docentes  e investigadores

Boletín No. 1628 - 02 de diciembre de 2015
  • Se galardonó a siete miembros de las escuelas y centros nacionales de investigación
  • Los premios son un homenaje a los formadores de los artistas del mañana. A ellos se debe el prestigio de este Instituto: María Cristina García Cepeda
  • La investigadora Anadel Lynton Snyder del Cenidi-Danza obtuvo el Premio a la Excelencia Académica 2015.

“La danza es la mejor manera de vivir”, afirmó Anadel Lynton Snyder, maestra e investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza) a quien  la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, entregó hoy el Premio a la Excelencia Académica 2015.

Además de ella, Alma Laura Pérez Monter de la Escuela de Artesanías, así como María de las Mercedes Gómez Benet y Ana Eugenia González Gallo, ambas del Conservatorio Nacional de Música, obtuvieron los dos primeros lugares y la mención honorífica, respectivamente, del Premio al Desempeño Académico en Docencia.

El Premio al Desempeño Académico en Investigación fue concedido a Ana María Garduño Ortega del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap),  y Alberto Argüello Grunstein, también de este último centro de investigación obtuvo mención honorífica. En tanto, Judith Galicia Velasco del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru) fue reconocida con el segundo lugar en esta categoría.

En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde se llevó a cabo la ceremonia de premiación,  la titular del INBA dijo que Anadel Lynton “es, sin duda, una de nuestras colaboradoras más queridas, una mujer para quien la danza ha sido la vida misma”.

Indicó que el premio reconoce lo mucho que ella ha dado como maestra, investigadora, crítica y promotora de la actividad dancística en nuestro país, al grado de enriquecer esta disciplina durante varias generaciones de mexicanos. 

Añadió que los premios otorgados por el INBA son un homenaje a los formadores de los artistas del mañana. A ellos, comentó, se debe el prestigio de este Instituto, gracias a su creatividad, aportaciones al conocimiento y la divulgación del patrimonio artístico.

Cada uno de los premios es testimonio de una comunidad apasionada por su vocación, así como del aprecio y respeto que tiene el INBA por el trabajo académico, enfatizó García Cepeda.

La investigadora Anadel Lynton Snyder reconoció que “siempre he sido medio rebelde y en vez de dedicarme de tiempo completo a bailar en el Ballet Nacional me mantuve con becas de la SEP para estudiar antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia”.

La ex discípula de Oscar Lewis señaló que en el Cenidi-Danza pudo desarrollar las bases de sus talleres Danzando en comunidad y Movimiento-Expresión-Comunicación.

Apuntó que también se ha dedicado “a fomentar experiencias, acontecimientos fuera de lo común, pero que reciclan formas antiguas de comunicación en danza participativa”.

Aseguró que las fronteras entre las bellas artes y la cultura popular “se están desvaneciendo” y señaló que las escuelas del INBA “producen bailarines excelentes”.

En esta época, añadió Lynton Snyder, “necesitamos urgentemente desarrollar una cultura del movimiento para sentirnos vivos y capaces de actuar”.       

También es necesario fortalecer el impulso a la danza “como un arte crítico, reflexivo y definitivamente contestatario, que se resiste siempre a convertirse en mercancía”. 

“La danza es una de las formas más satisfactorias de ejercer el cuerpo, proyectar alegrías o deshacer nudos emocionales; es la mejor manera de vivir”, concluyó la investigadora. 

Patricia Camacho, como representante del comité de evaluación, aclaró que el Premio a la Excelencia Académica recayó en Lynton Snyder y los otros galardonados porque se hizo una selección sumamente rigurosa.

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