ÓPERA

Gavriel Heine, director concertador, crea la parte sutil y maquiavélica de Otello

Boletín No. 968 - 28 de junio de 2019
  • La ópera se estrenará en el Palacio de bellas Artes el 4 julio
  • William Shakespeare, Arrigo Boito y Giuseppe Verdi, los tres puntales de esta ópera: Luis Miguel Lombana, director de escena
  • Lorenzo Decaro, Giuseppe Altomare, Giuseppe Altomare y Elizabeth Caballero, darán vida a los personajes la tragedia shakesperiano

Otello, producción de la Compañía Nacional de Ópera (CNO) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), es un trabajo que respeta la creación de tres grandes artistas: William Shakespeare, Arrigo Boito y Giuseppe Verdi, puntales de esta tragedia que para el director concertador,  Gavriel Heine, quien se presenta por primera vez en México,  es como un juego en el que un personaje malvado quiere destruir al otro y a Desdémona, una criatura llena de amor desde el principio hasta el final.

Luis Miguel Lombana, quien destacó que detrás de música y letras, hay un poderoso texto, es el director de escena de la cuarta producción de la Temporada 2019 de la Compañía Nacional de Ópera, que ofrecerá cuatro funciones los días 4, 7, 9 y 11 de julio en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Martes y jueves 20:00, y domingo 17:00 horas.

La producción busca ahondar en el carácter de los personajes, lo que deseamos es rodear este drama y caminar a la par de él, afirmó Lombana, quien agregó que los movimientos escénicos recalcan cómo, sobre el personaje de Desdémona, a cargo de Elizabeth Caballero, se va oscureciendo el futuro. “Ella parte de una situación que la lleva de un punto climático de esperanza y de luz hacia la oscuridad -en la escenografía-, a partir de ese momento todo empieza a cerrarse.

Momento clave es cuando Lorenzo Decaro-Otello, en el tercer acto, tiene un momento de duda profunda por la labor que Iago, Giuseppe Altomare, ha causado en su psique. Eso lo lleva a un punto emocional que se ve reflejado en la escenografía, la cual sigue cierta lógica arquitectónica y a partir de ese punto se fractura y empieza a crear una imagen de columnas  dislocadas.

La producción tiende a reflejar lo que sucede en el interior de estos tres protagonistas de la ópera, por supuesto, yendo a la par siempre de la música de Verdi.

Lombana comentó que el trabajo de Gavriel Heine es pintar y establecer colores, atmósferas, la parte sutil, la parte oscura, la parte maquiavélica, todas las tramas e intrigas tienen que ver mucho con el director de la orquesta, situación que a veces la gente no se da cuenta de lo importante que es, por eso la producción pretende hacer un trabajo redondo, homogéneo y lógico.

Respecto al vestuario, mencionó que es atemporal y el más definido es el de Desdémona, que empieza siendo muy masculino, con pantalones y botas,  ya que viaja en un barco al lado de su marido rumbo a una batalla y va cambiando hasta la escena que ocurre en la intimidad de su dormitorio, donde es asesinada.  

El vestuario no sólo ilustra un estilo, un estatus social o una carrera, hay muchos militares. Es una ópera muy masculina, casi todos los personajes son varones, en medio de ellos está la joven de apenas 17 años, atrapada en un juego de rencillas y de oscuras tramas políticas. 

El tenor italiano Lorenzo Decaro, quien ha interpretado a Otello en otras ocasiones, pero nunca antes se había presentado en un teatro tan grande e importante como el Palacio de Bellas Artes., el trabajo escénico le ha sido fácil por las indicaciones de Luis Miguel Lombana. “No es un director que imponga lo que quiere hacer él, propone su idea y cómo conectarnos con el personaje y deja al actor trabajar”.

Mencionó que, en general, ha sido una colaboración muy positiva con los directores, tanto escénica como musical, y en cuanto al trabajo con los cantantes. Dijo que espera cantar más veces Otello, a lo que la soprano Elizabeth Caballero agregó que lo considera uno de los mejores Otellos que ha visto, “lo hace lucir muy fácil”, dijo.

El barítono italiano Giuseppe Altomare, encargado de dar vida a Iago, dijo que “ser el antagonista puede ser complicado”. En la historia, Otello ama a Desdémona en un nivel increíblemente grande y el trabajo de Iago es lento, “es como una termita que corroe la madera, va destruyendo, hasta que logra que Otello mate a Desdémona por un exceso de amor que se transforma en celos”. 

Indicó que es la segunda vez que se presenta en el Palacio de Bellas Artes con este mismo personaje, “por eso fue fácil trabajar con Luis Miguel; tiene ideas muy claras, pude comprender todo el carácter de Iago, los cambios continuos del personaje, trabajar con él fue muy bueno. Me dijo lo que pensaba y coincidía con la idea que tengo.

Señaló que uno de los retos de todos los personajes es el trabajo corporal, incluyendo Desdémona que parece un personaje tranquilo escénicamente, ya que deben conectar la parte psicológica y tener control sobre el canto, lo que es muy difícil. Este es un Verdi que necesita una fuerza increíble, vocal y psicológica.

“Estos personajes necesitan un montón de energía psicológica, nuestra dificultad es usar esa energía para dar al canto y al personaje lo que necesitan. Hay una conexión continua entre escena y música, estamos trabajando a profundidad”. Será, dijo, un éxito enorme.

Elizabeth Caballero, soprano cubana, comentó que es la primera vez que interpreta a Desdémona, papel que siempre había deseado y al fin tiene la oportunidad. “Tenía mis ideas de cómo interpretarla como cantante y actriz. Conocer a Luis Miguel Lombana, me lo hizo más fácil, mientras que el trabajo con Heine también ha sido una colaboración muy bonita.

“No es un papel fácil para una soprano lírica como yo, además de debutar en un teatro como éste, de los más importantes del mundo. En escena todos han hecho que me sienta con menos preocupación y menos miedo, me siento cobijada por todos”.