MÚSICA

Estudiante del Conservatorio Nacional de Música gana concurso de violín dedicado al huapango huasteco

Boletín No. 724 - 22 de mayo de 2019
  • Anthony Alonso Ramírez obtuvo el primer lugar del certamen creado para preservar y difundir la música tradicional mexicana entre niños y jóvenes
  • Recibió un violín construido en la Escuela de Laudería del INBAL

Anthony Alonso Ramírez, estudiante del primer año de la licenciatura en violín en el Conservatorio Nacional de Música (CNM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ganó el Concurso de Violín Interpretación del Huapango Huasteco, organizado por la Escuela de Laudería, con la intención de promover la importancia de este instrumento en la música tradicional mexicana.

En la XVIII edición, celebrada el 5 de mayo en el pueblo mágico de San Joaquín Querétaro, Anthony Alonso Ramírez comentó que el son huasteco es parte de sus raíces, de su cultura, “es música que vivo con más intensidad que la de corte académico”.

El ganador obtuvo un violín 4/4 construido en la Escuela de Laudería por el alumno Erick Axel Rosales Lugo, quien estuvo presente en la entrega de premios; además recibió estuche, arco y nueve mil pesos en efectivo.

Integrante del Trío Xocoyotzin, en el que participa su hermano y un amigo, el joven músico nació en el Estado de México, pero sus padres son originarios de la Huasteca Veracruzana, de la comunidad Temichaco, municipio de Tecomatlán, donde aprendió el son huasteco.

Luego de concluir el nivel técnico o tronco común en el CNM con duración de seis años y de cursar el primer año de licenciatura, Anthony Alonso Ramírez, de 22 años, señaló que la diferencia entre el son huasteco y la música académica es la técnica, el sonido que cada uno busca expresar.

“La música de concierto es muy rigurosa, hay que tocar al cien, cuidando la afinación, la rítmica y los matices. Hay que entenderla desde la sonoridad, las texturas musicales, la forma, la composición. En el son huasteco no hay tantos matices, pero sí virtuosismo, es música que tiene como característica ser un goce estético para las personas, creada para convivir y la cual se puede enriquecer con la técnica que se emplea en la académica”.

El concurso estuvo divido en dos fases, en la primera los tríos interpretaron La petenera y en la segunda ejecutaron como tema obligatorio La huasanga y una pieza libre.

Anthony Alonso comentó que la dificultad al interpretar La petenera es que cambian las tonalidades y los registros. En el caso de La hausanga, es un son sincopado, toda la obra tiene una estructura complicada para el violinista.

Como pieza libre tocó El manguito, en sol menor, obra que le gusta mucho y cuya dificultad radica en las doble cuerdas.

En el concurso en el que participaron 16 violinistas de diferentes estados de la República, el segundo lugar fue para Miguel Moisés García González, del trío Alma Tamaulipeca y originario de Tamaulipas, a quien se le otorgó estuche, arco y juego de cuerdas para violín, más 6,500 pesos en efectivo.

El tercer lugar fue para Jonathan Emmanuel Saldívar Macías, del trío Huapangueros de Aguascalientes y originario de Aguascalientes, quien recibió un arco, un juego de cuerdas para violín y 4,500 pesos en efectivo.

El jurado estuvo integrado por Joel Ramírez Rueda, del trío Cantores del Alba; Pedro Velázquez Gutiérrez, del trío Los Hidalguenses, y Jorge Alejandro Díaz Martínez, director de la Escuela de Laudería del INBAL, que instituyó este concurso en 2002 con el fin de preservar, difundir y fomentar la música tradicional mexicana entre las niñas, los niños y jóvenes del país.

Los participantes fueron evaluados en aspectos como ritmo, cuadratura, entonación, proyección escénica y ejecución. Además del concurso de violín, también se celebró el L Concurso Nacional de Baile de Huapango Huasteco.