DANZA

La compañía Danza Visual se inspira en obra literaria para exaltar el valor del tiempo

Boletín No. 353 - 13 de marzo de 2019
  • Desde el caparazón de la tortuga es una reinterpretación escénica del clásico infantil Momo, de Michael Ende 
  • Funciones: sábado 30 y domingo 31 de marzo en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo; también se presentará en abril: sábados 6, 13 y 27, y domingos 7, 14 y 28

En esta época de postmodernidad y de concomitantes consumistas, en que ya no se piensa acerca del valor que le damos al tiempo –señalan Patricia Marín y Leonardo Beltrán, bailarines, coreógrafos y directores de la compañía Danza Visual- es como deciden presentar una propuesta dancística que exhorta al espectador a reflexionar sobre la vida y el tiempo.

Su creación se titula Desde el caparazón de la tortuga, su primera propuesta dirigida al público infantil, la cual se presentará el sábado 30 y domingo 31 de marzo, a las 13:00 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque. Las funciones se extenderán hasta abril, los sábados 6, 13 y 27, y domingos 7, 14 y 28, en el mismo horario.

Esta obra es una reinterpretación escénica del clásico infantil Momo, de Michael Ende, quien abordó de manera singular el concepto del tiempo. Los bailarines Marín y Beltrán presentarán un espectáculo transdisciplinario, en el cual fusionan la danza, el teatro, la música en vivo, así como las artes visuales y circenses.

Sobre el origen de esta creación, ambos artistas explican que siempre han tenido interés de promover discursos inteligibles que permitan la aproximación a las artes escénicas a niños y jóvenes, y así ayudar en la formación de públicos ávidos de arte, y en específico de artes escénicas desde temprana edad.

En el caso particular del libro Momo y su reinterpretación en Desde el caparazón de la tortuga, aclaran: “Más allá de una fascinación personal por la obra literaria, la posibilidad de exhortar a la reflexión en torno a las características de la vida postmoderna, su dinamismo subyugante y la impasibilidad con la que la afrontamos, permearon los estratos creativos deviniendo en una necesidad sobre la cual investigar”.

Al preguntarles sobre el mensaje que lleva el montaje coinciden: “Se exhorta al espectador a reflexionar sobre la vida, el tiempo y el uso que le damos. Se trata de una aproximación amable y lúdica hacia la postmodernidad y sus concomitantes consumistas. Hoy en día percibimos el precio de todo, pero el valor de nada, diría Oscar Wilde, y en ese sentido el recurso más valioso es el tiempo. Y es una realidad pasmosa al permitir que se diluya y se esfume. Es precisamente esto lo que se busca retratar con los Hombres de gris y sus cigarrillos, una homologación insospechada e inadvertida que resulta, justamente, en fumarse el tiempo, transformar el tiempo y su uso en algo pernicioso, irreparable y amorfo. Una combustión incompleta de la vida. La contraparte es Momo”.

En Desde el caparazón de la tortuga la protagonista es una niña capaz de escuchar, incluso a las estrellas, junto a sus tres entrañables amigos: Beppo, el barrendero paciente; Giggi, el soñador incansable, y Casiopea, la tortuga milenaria que se encarga de administrar el tiempo. La pequeña ejemplifica la esperanza, la bondad, el respeto, la amistad, el amor; todo lo envuelto en las idiosincrasias compasivas y caritativas de la infancia y su capacidad transformadora. Ese poder arrinconado por presiones sociales, pero latente en cada niño, explican los directores de Danza Visual.

Cabe destacar que esta coreografía se presentó en Ecuador y Corea del Sur debido a que se montó con la Compañía Nacional de Danza del Ecuador.