MÚSICA

Serrat dialoga sobre el futuro de la política artística entre el Mediterráneo, el amor y la migración.

Boletín No. 182 - 09 de febrero de 2019
  • El cantautor español le desea el mejor de los éxitos a la Dra. Lucina Jiménez al frente del INBAL

Su pausada voz contrasta con el clamor de un público que le recibe de pie. Serrat se trajo aquel taburete rojo desde donde despliega amor y canto, con o sin su inseparable guitarra. Un violeta intenso habita la escena para expresar su reconocimiento hacia las mujeres, frente a la indiferencia social que permite la violencia contra ellas. Solo tu vientre es la pieza elegida para manifestar su valoración hacia la mujer, las mujeres. 

Su sentido del humor no deja orificio para la indiferencia.  Le ha cantado a la mujer, a la suegra, a la madre, a la hermana, a muchas mujeres.

Va y viene por las orillas del Mediterráneo, ese mar que le vio nacer, jugar y crecer, el mismo que es hoy su leivmotiv, en este ciclo de conciertos que tiene en el Palacio de Bellas Artes y en el Auditorio Nacional. Un mar sabio, casi padre de todos los mares, que salpica otros océanos y remueve memorias, es el tema de sus interpretaciones.

A pesar de su relación entrañable con este mar, no pasa desapercibido para Serrat el monstruo que hemos crecido en sus profundidades, su dramática contaminación por plástico. Ese su Mediterráneo amado también duele convertido en sarcófago por las vidas de quienes mueren en aras de migrar hacia sueños truncados. ¿Cómo imaginar que nosotros los íbamos a enterrar?, se pregunta en una de sus filosofías cantadas.

Joan Manuel Serrat está de vuelta en el escenario que siente como su casa, con un público al que se entrega sin reservas y al que vuelve al menos dos veces para ir más allá de la noche.

¿Hacia dónde va ahora el arte?

Al terminar el concierto, en el camerino, Joan Manuel Serrat adelanta, ¿hacia dónde va ahora el arte? ¿Hacia dónde va el INBAL?.¿Qué falta?

Lucina Jiménez, Directora General del INBAL, sonríe ante la inesperada pregunta. Le cuenta entonces que el arte tiene que abrir caminos para hacer país, que el Instituto retomará su quehacer a nivel nacional para hacer del arte una política de diálogo y reconciliación, que el fenómeno de la migración llevó a INBAL a crear ya un circuito de Arte y Migración que arrancó en Michoacán y sigue la ruta de estados que más relación tienen hacia y con Estados Unidos, que el reto es recrearlo desde Centroamérica, en esa posibilidad del arte de disolver muros. "Importa valorar tanto el aporte del exilio entre Cataluña y México, señala, la Dra. Lucina Jiménez, como el que hace ahora la migración contemporánea a la diversidad, se trata de mirarla a través de la creación artística."

Ahora es Serrat quien sonríe con tranquilidad. El Serrat que promovió una versión de su legendaria canción Mediterráneo para apoyar a las mujeres, hombres y niños que se han atrevido a cruzar el gran afluente desde países del continente africano, escuchó con atención esta nueva visión de hacer del arte la vía de diálogo intercultural y construcción de paz con las migraciones que llegan al país, muestra su alegría con esa postura. 

Serrat se mueve para poner de pie un vaso que se ha caído en el pequeño espacio donde el diálogo ocurre. Vienen abrazos, fotos y un deseo mutuo de que todo marche bien.

 “Muy buena suerte en su gestión”, fue el augurio que Joan Manuel Serrat expresó a Lucina Jiménez en este reencuentro con el Palacio de Bellas Artes en la gira  Mediterráneo da Capo.

 Los conciertos que tienen lugar los días 9, 14, 16 y 17,  en el PBA, han agotado las entradas. El concierto en el Auditorio Nacional es el día 23 de febrero.