ARTES VISUALES

Inaugurarán Cana. La vida loca, muestra del rico entramado de símbolos y estética del arte generado en reclusión

Boletín No. 1664 - 16 de noviembre de 2018
  • Exposición que reúne piezas elaboradas por internas del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla e internos del Reclusorio Preventivo Varonil Norte
  • Abrirá sus puertas el próximo sábado 17 de noviembre a las 12:00 en la Galería José María Velasco

La Galería José María Velasco (GJMV) albergará la exposición Cana. La vida loca, conformada por dos proyectos que presentan la peculiar estética y rico entramado de símbolos pertenecientes al arte generado en centros penitenciarios de la Ciudad de México.

Se inaugurará el próximo sábado 17 de noviembre a las 12:00 en las instalaciones de la GJMV, y estará abierta al público hasta el 13 de enero de 2019. Entrada libre.

Cana es una expresión coloquial que alude a un estado de reclusión. A pesar de que su origen es incierto, se cree probable que proceda de Sudamérica, y que en México se comenzara a diseminar en el Palacio Negro: Lecumberri.

Expresiones como: estar en cana (estar en la cárcel), mandar a cana (delatar a una persona), caer o irse en cana (ir a la cárcel), entre otras, que nos llegan de países como Argentina, Chile, Perú o Colombia, dan prueba del significado de reclusión de esta palabra y de la relevancia de su uso en los centros preventivos y reclusorios.

La exposición Cana. La vida loca está conformada por dos proyectos: Hecho en Cana, realizado por el colectivo Los Indeseables Art Crew y Cana. La vida loca, generada por la GJMV. Estas propuestas se entrelazan por dos elementos en común: cuentan con piezas realizadas por reclusas y reclusos, o personas que alguna vez estuvieron en esa situación, del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla y del Reclusorio Preventivo Varonil Norte; y en cómo la influencia del tatuaje, cual forma legítima de identidad social, se expresa en el arte de prisión.

Hecho en Cana es el resultado de 5 años de trabajo con las internas del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla. El objetivo principal de este proyecto fue visibilizar a las mujeres que se encuentran en dicho lugar y su aporte al oficio del tatuaje y al lenguaje que se genera alrededor de este.

A través de un taller impartido por Los Indeseables Art Crew, cuyos ejes rectores fueron la salud e historia del tatuaje, los derechos humanos con perspectiva de género y biografía, tinta y cuerpo, se estimuló la creación de una iconografía propiamente femenina y se emprendió una lucha por devolverle a las internas su derecho a la identidad que se ve marcada por la percepción negativa que tiene la sociedad ante las personas tatuadas, situación que también se genera dentro de los centros de reinserción y que se agudiza.

Como resultado de este arduo trabajo, se creó un mural con la iconografía que las mismas internas aportaron; además de dibujos, sketches (imágenes dibujadas previas al tatuaje) y la elaboración de un fanzine, el cual forma parte de la exposición.

Cana. La vida loca es un proyecto pictórico y gráfico, generado por la GJMV con apoyo de la Subsecretaría de Prevención Social y el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, con el que se pretende realizar un ejercicio de interpretación tras el rastreo de algunas fuentes histórico-culturales sobre el tatuaje y el arte chicano, expresiones artísticas que han impactado en el tatuaje de canas mexicanas.

Si cana refiere a la reclusión, la vida loca alude a ubicarse al margen del orden social y/o la ley. Por ello, este proyecto presenta al espectador la influencia de la migración en los imaginarios de los internos, y la historia de exclusión sistemática que lleva consigo el tatuaje y la persona tatuada, abarcando sus aspectos simbólicos, culturales y socioeconómicos en los que se desarrolló, vive y con los que se identifica.

Además, se reflexiona sobre el peso que la cultura y el arte de los dos lados de la frontera norte han tenido con los internos para confirmar sus expresiones identitarias y contestatarias, las cuales emplean y plasman a través del tatuaje, arte que sale del orden establecido, aún dentro de las cárceles.

La Galería José María Velasco agradece el apoyo del profesor Guillermo Marín, encargado de la Escuela de Fin de Semana del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, quien fungió como enlace entre las personas involucradas; además del artista chicano Frank Zamora, de Denver, Colorado, por el material e información que proporcionó respecto a la ruta migratoria de este arte, y al fotógrafo Federico Gama, por el préstamo de imágenes, las cuales sumaron e hicieron posible este proyecto.

Cana. La vida loca estará acompañada por La Pieza del Mes, donde se exhiben obras de la serie Visiones Geométricasdel artista mexicano Juan García Zárate, egresado de la Escuela Nacional de Artes Gráficas, que utiliza la figuración geométrica en su obra al inspirarse en “las formas más puras de la geometría”, círculos, triángulos y cuadrados para representar formas humanas.

También se encuentra Gabinete, donde la GJMV presenta un happening del Círculo de Mujeres Cerveceras del Barrio de Tepito, organizado por Veneranda Pérez, artista-educadora social, emprendedora y cervecera casera del barrio de Tepito.

Siguiendo la línea de la artista cubana Tania Bruguera sobre artivismo (término que fusiona “arte” y activismo”) y arte de conducta (arte que cambia la conducta); además de seguir la pedagogía de Felipe Rivera, sobre la Educación popular como pedagogía para hacer las paces, y de los conceptos ampliado del arte y escultura social del activista, artista conceptual y político Joseph Beuys, Veneranda pretende estimular un sentido de cooperación y de cambio de percepción de las mujeres de Tepito a partir de la configuración de una colectiva productora de cerveza.

Este ejercicio de happening sucederá en cuatro etapas: Cocinar, Trasvasar, Embotellar y Degustar. Se llevarán a cabo en cuatro fines de semana continuos en los que Círculo de Mujeres Cerveceras del Barrio de Tepito, en conjunto con el público participante, realizarán este laboratorio vivo con el que se intenta estimular un emprendimiento social que busca impactar en su barrio.

La GJMV también agradece la participación de Musas Sonideras, colectivo a cargo de Marisol Mendoza, promotora cultural sonidera, por el apoyo que brindarán ambientando la inauguración.

Ubicada en el corazón de la Ciudad de México, en Peralvillo 55, colonia Morelos, delegación Cuauhtémoc, a dos cuadras del Metrobús Glorieta de Cuitláhuac de la línea 7, y a cuatro del Metro Lagunilla de la línea B; la GJMV te espera de martes a domingo de 9:00 a 18:00. Los miércoles permanece abierta hasta las 20:00. Entrada libre. Se cuenta con aparcamiento de bicicletas gratuito.

---000---