Alejandro Barrañón interpretará obras poco conocidas del repertorio pianístico mexicano

• Como parte del programa Horizontes pianísticos en México: 1950-1999

• Se escucharán piezas de Alfonso y Manuel de Elías, Armando Luna Ponce y Manuel Enríquez

• Sábado 17 de noviembre a las 11:30 en el Museo Nacional de Arte y domingo 18 a las 17:00 en el Palacio de Bellas Artes

Obras muy poco conocidas e interpretadas conforman el programa Horizontes pianísticos en México: 1950-1999, un proyecto del destacado concertista de Bellas Artes Alejandro Barrañón, quien lo presentará este fin de semana en dos recintos emblemáticos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Este proyecto, apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), reúne piezas de importantes compositores mexicanos, como Alfonso y Manuel de Elías, Armando Luna Ponce y Manuel Enríquez.

Podrá disfrutarse este sábado 17 de noviembre a las 11:30 en el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte y el domingo 18 a las 17:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Entrevistado por el INBA, el pianista Alejandro Barrañón comentó que las obras que se escucharán en ambos conciertos son parte de una selección que elaboró siendo becario del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria 2015-2017 del Fonca.   

Sobre este programa musical, el cual interpretó recientemente en Baja California y Zacatecas, el concertista indicó que está integrado por Sonata, de Alfonso de Elías (1902-1984); Móvil I, de Manuel Enríquez (1926-1994), Sonata breve, de Manuel de Elías (1939) y Sonata, de Armando Luna Ponce (1964-2015).

“La intención de estas presentaciones es entregar al público obras muy poco o casi nada conocidas del repertorio pianístico mexicano. Consulto archivos, busco piezas que no se conocen o que no se han tocado y elijo las mejores para estos conciertos. El público las ha recibido de una manera cálida y muy amable, con mucho entusiasmo”.

Tal es el caso, indicó Barrañón, de la Sonata de Armando Luna Ponce. “Su familia me facilitó las partituras. Él falleció en 2015 y esta maravillosa pieza no la conocía, no sabía que existía; es de 1994, muy compleja, de 50 páginas, con cuatro movimientos. Estoy seguro de que nadie la ha grabado”.

El destacado intérprete aseguró: “He conseguido integrar diferentes momentos, estilos que unidos generan movimientos contrastantes”.

Habló también sobre las obras de Alfonso y Manuel de Elías, las cuales, indicó, son muy diferentes entre sí, pero que comparten un espíritu romántico. Dijo que la pieza de Alfonso, creada en 1967, posee un corte más tradicional, con toda la herencia del romanticismo del siglo XIX. Mientras que en Sonata breve, escrita en 1958,es posible detectar cómo Manuel de Elías explora los límites de lo tonal con elementos del romanticismo tardío. 

En el caso de Manuel Enríquez, explicó el pianista, escucharemos “vanguardismo. Son módulos que pueden ordenarse de manera libre o espontánea por el pianista, con mucho contacto con el interior de las cuerdas, que invitan a la interpretación en la que el ejecutante puede aportar lo que su sensibilidad le dicte”.

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