ARTES VISUALES

El Museo de Arte Moderno muestra lo mejor de su colección por medio de dos exposiciones

Boletín No. 1320 - 24 de septiembre de 2018
  • Bajo el título genérico Colección abierta, presenta las muestras Patrimoniales Somos museo, que permanecerán abiertas hasta marzo de 2019
  • Patrimoniales reúne 130 piezas realizadas entre 1913 y 1974: pinturas, esculturas, fotografías, litografías y dibujos de distintos artistas. Destacan los proyectos de murales de Orozco, Izquierdo, Rivera y Siqueiros
  • Curada por Marisol Argüelles y nueve trabajadores de distintas áreas del MAM, Somos museo ofrece 42 obras hechas entre 1919 y 2007, de creadores como Raúl Anguiano y Olga Costa

La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por medio del Museo de Arte Moderno (MAM), presentan las exposiciones Colección abierta. Patrimoniales, con la cocuraduría de Gonzalo Vélez y el equipo MAM, y Colección abierta. Somos museo, curada por Marisol Argüelles y nueve trabajadores de distintas áreas del MAM (custodios, movimiento de obra, áreas administrativas, centro de documentación, entre otros), que permanecerán en el recinto hasta marzo de 2019.

Colección abierta

A partir de septiembre, mes en que se fundó hace 54 años, el MAM desplegará en cada una de sus seis salas lo mejor de su colección permanente. Bajo el título genérico de Colección abiertaPatrimoniales y Somos museo ya pueden recorrerse, mientras que las muestras Espejo de Venus y Galaxias se inaugurarán en noviembre.

Se trata de una colosal selección de pinturas, esculturas, fotografías y tapices que responden a determinados giros temáticos, de modo que el visitante pueda valorarlos como objetos artísticos y testimonios de formas de ver y de sentir en el siglo XX.

Desde luego, ninguna exposición, por más grande que sea, daría cabida a la colección entera. Sin embargo, su continua rotación en salas ha logrado arraigarla en el imaginario colectivo y darle proyección mundial. Hoy, y quizá por primera vez, este recorrido abarca la más panorámica secuencia de obras emblemáticas del MAM e invita a su apreciación cabal.

Patrimoniales

La muestra Patrimoniales reúne 130 piezas realizadas entre 1913 y 1974: pinturas, esculturas, fotografías, litografías y dibujos cuyo valor histórico las vuelve tesoros del patrimonio artístico del pueblo de México. Frida Kahlo, Saturnino Herrán, José Clemente Orozco, María Izquierdo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Dr. Atl y Rufino Tamayo son autores imprescindibles para aquilatar y disfrutar los movimientos artísticos que dieron identidad y peso internacional al arte moderno mexicano.

El acervo del MAM comprende un total de 3,036 obras, de las cuales 108 se consideran patrimoniales y engalanan, en su mayoría, esta exhibición. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, vigente desde 1972, designa al INBA como el organismo del Estado mexicano responsable y capaz para decidir en materia de monumentos artísticos creados a partir de 1900. A su vez, el INBA estableció, entre otros recintos, al MAM como depositario de ese legado artístico.

Además de magnífica obra plástica, salvo de Remedios Varo, quien recibirá en octubre próximo un homenaje propio en la sala D, en Patrimoniales destacan el Archivo María Izquierdo, cuya custodia está a cargo del MAM, y los proyectos de murales de los llamados “Tres grandes” (Rivera, Siqueiros y Orozco), al que se anexó el poco conocido proyecto de mural de María Izquierdo.

Somos museo

La exposición  Somos museo es el resultado de un trabajo colectivo inusual, a cargo de trabajadores internos cuya labor cotidiana (administrativa o de custodia en sala) favorece una perspectiva única. Tal visión de equipo, por parte de quienes hacen posible el funcionamiento operativo del MAM, se revela mediante 42 obras hechas entre 1919 y 2007.

Pinturas, fotografías, objetos escultóricos, dibujos e impresiones heliográficas conforman cuatro núcleos sobre temas recurrentes en la historia del arte mexicano: vida cotidiana, surrealismo, violencia y amor. A través de piezas célebres (La espina de Raúl Anguiano y La vendedora de frutas de Olga Costa) y otras de presencia más esporádica, las experiencias y anécdotas que han quedado en la memoria de los trabajadores tejen la insólita crónica doméstica de la colección y aportan datos inéditos a la historia del MAM.

El común denominador y el proceso de selección fue el interés del público, recogido en el contacto con los visitantes, así como el papel de interlocutor que juega el museo entre obra y público. El rostro del museo se revela no solo en las exposiciones sino también en quienes hacen posible su funcionamiento: aquellos que limpian las salas, registran las entradas y salidas de las obras, desempeñan tareas administrativas, custodian las exposiciones, entre muchas otras actividades dentro de una larga cadena de mecanismos que permiten conservar y difundir el patrimonio artístico.

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