ARTES VISUALES

21 jóvenes arquitectos mexicanos irrumpirán el Museo Nacional de Arquitectura durante este verano

Boletín No. 1060 - 10 de agosto de 2018
  • Con un recorrido por las obras arquitectónicas que se han realizado en el país en los últimos tiempos
  • La muestra permanecerá en exhibición hasta el 23 de septiembre

Saber qué están haciendo los jóvenes arquitectos a lo largo y ancho de la República Mexicana fue la pregunta inicial que se plantearon los arquitectos Lucia Zesati, Gustavo López Padilla y Honorato Carrasco, curadores de la muestra 21 jóvenes arquitectos mexicanos. Segunda edición, que podrá ser visitada hasta el 23 de septiembre de 2018 en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes.

Durante año y medio se dieron a la tarea de hacer un recorrido por las obras que se han realizado en los últimos tiempos para seleccionar a los 21 despachos de arquitectos cuyos equipos de trabajo no rebasen los 45 años. El rango de edad se estableció ya que entre los 20 y 30 años existen casos muy aislados de jóvenes que tengan una producción arquitectónica importante siendo recién egresados de la escuela.

Los seleccionados escogieron dos obras que los representen. Mediante cinco láminas mostrarán condiciones urbanas, órdenes y calidades compositivas y formales de cada una de ellas. Serán dos láminas por cada proyecto y en la quinta, mediante un croquis realizado a mano, se visibilizaran los criterios conceptuales que dan sentido a las dos obras presentadas.

Para complementar la exhibición, cada despacho mostrará una maqueta de uno de los dos trabajos con los que participa y un video de entre tres y cuatro minutos, también de uno de los proyectos seleccionados.

La exposición mostrará en total 105 láminas, 21 maquetas y 21 videos. El criterio de selección se basó en la representación de distintas regiones de la República Mexicana y diversas maneras de entender la arquitectura contemporánea, incorporando experiencias del sector público y privado, proyectos de diseño urbano, arquitectónico y de paisaje; incluyendo además proyectos dentro de la línea que se conoce como arquitectura participativa.

“Vamos a irrumpir el Museo Nacional de Arquitectura en el verano con estos 21 jóvenes arquitectos”, comentó la arquitecta Zesati, quien compartió que hace tres años se realizó la primera edición de la muestra. De entonces al día de hoy, indicó, quisimos indagar cómo ha cambiado esa arquitectura y encontramos proyectos muy diversos: espacios de recreación, pistas para patinetas, una biblioteca dentro de un tubo de drenaje, reutilización de espacios, intervenciones, arquitectura participativa.

Por otro lado, el arquitecto Gustavo López, señaló: “Los tres curadores somos practicantes de la arquitectura, profesores de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y hemos sido difusores de la arquitectura mexicana en diferentes medios”; por ello, continuó, creemos en la importancia de la educación para el desarrollo del país y esta exposición refleja nuestro compromiso con la máxima casa de estudios en nuestro papel de educadores, así como la creencia que tenemos en los jóvenes.

“Necesitamos oír lo que tienen que decir, cuáles son sus inquietudes, sus valores, todo interpretado por medio de la arquitectura. Es una muestra que representa lo que sienten, lo que aspiran en términos sociales, políticos, culturales y se refleja gracias a su labor”.

Destacó que existe un gran compromiso social de los jóvenes con las comunidades de menos recursos, por lo que están haciendo proyectos que en su mayoría tienen que ver con la educación, así como arquitectura participativa. Comentó que es gratificante descubrir a algunos de los que fueron sus alumnos y hoy en día representan las perspectivas alentadoras de futuro para la arquitectura contemporánea mexicana.

“Al final del camino nos vamos a encontrar con una exposición polémica, provocativa, que representa muy bien a la arquitectura mexicana contemporánea. Son obras de gran aliento”, finalizó el arquitecto López Padilla.

El arquitecto Carrasco, reafirmó lo dicho por su colega respecto a que existe una fuerte concentración de arquitectura con alta conciencia regional, de sistemas constructivos y  fortalezas de carácter social.

“Hay arquitecturas muy modestas, sencillas, de manufactura económica pero muy bella, con una concepción que busca trasladarle a sectores más desfavorecidos la posibilidad de contar con arquitectura de calidad. Esta exposición en particular trata de salirse de la arquitectura de aparador”, concluyó.

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