TEATRO

La semilla, una tragedia contemporánea

Boletín No. 1267 - 18 de septiembre de 2017
  • Puesta en escena escrita por Edgar Chías y dirigida por Gabriela Ochoa
  • Es una obra que tiene que ver con el desastre, el destino, la realidad contemporánea y el sinsentido: Surya MacGrégor
  • Se presenta en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque hasta el 15 de octubre

La semilla es un Edipo contemporáneo reinventado que plantea la historia de una chica a la que exilian, pero que regresa para descubrir su historia”, dijo Gabriela Ochoa, directora de esta puesta en escena que se presenta en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00, hasta el 15 de octubre.

Se trata de una pieza teatral de Edgar Chías que presenta Teatro INBA, Teatro en la Margen, Conejillo de Indias y Teatro Sin Paredes para mostrar que una forma de superar el presente es regresar hacia el pasado y reconocer en lo que nos hemos convertido ante el horror y la adversidad. “Es una obra que aborda muchos temas a nivel épico, pero de lo que nos interesó hablar es de la herencia del desastre de la humanidad y como lo seguimos perpetrando porque no hacemos nada al respecto”, comentó Ochoa.

La metáfora del personaje principal: Olinda, es que ella decide descubrir quién es y de dónde viene, pero también terminar con la maldición y su historia, agregó. “La estructura de la obra tiene muchos cortes de tiempo, es una tragedia contemporánea que solo pudo suceder en la época actual, algo que nos coloca en un lugar específico al tono de la obra. Se respetan ciertas premisas de la tragedia y los personajes mueren bajo un desastre natural”.

Consideró que uno de los mayores recursos que se utilizan en el teatro para reflexionar es el humor, por lo que en La semilla usa el humor irónico y negro que están por debajo de la historia. “Uno no es responsable del mundo en el que está, pero si es responsable de seguir ahí. No se puede construir sino se parte de quien soy y para ello también usamos el humor”.

Sofía Sylwin, quien personifica a Olinda, afirmó que su personaje es una mujer que llega a un punto crítico. “Ella viene de un no saber, pero decide averiguar para entender que va a hacer consigo misma y con una bebé que viene en camino. Es la búsqueda de la identidad, asumir quien es, decir que viene del horror pero que se puede tomar la decisión de quedarse ahí o dar un paso adelante hacia la luz”.

La actriz Surya MacGrégor indicó que La semilla es un montaje que tiene muchos planos, que no es lineal.  “Es una obra que tiene que ver con el desastre, el destino, la realidad contemporánea y el sinsentido. Es una tragedia contemporánea donde Chías hace uso del lenguaje de una forma impresionante y plantea desde la oscuridad, la luz. Es una pieza vibrante, luminosa e inteligente”. 

El actor Raúl Briones apuntó que la puesta en escena plantea la insensibilidad contemporánea que vivimos, la consecuencia de nuestros actos en la vida y la necesidad que tienen los seres humanos de “chismear”. “El texto recalca, con un humor sagaz y negro, la necesidad que tenemos de estar espiando los problemas de los otros, de ahí el discurso de romper la cuarta pared y comunicarnos con el público de manera directa”. 

El diseño de escenografía e iluminación estuvo a cargo de Jesús Hernández, quien señaló que la escenografía parte del principio griego y permite jugar con diferentes niveles en la altura, basado en el desastre y la ruina. “En su parte alta se ve cierta esperanza o la luz con un cielo, además de que se recrea el inframundo que se plantea también en la obra”.

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