Celebran Una vida en la danza en el Palacio de Bellas Artes

Ciudad de México, 6 de noviembre de 2016

Boletín  núm. 1508 

Celebran Una vida en la danza en el Palacio de Bellas Artes

·        Se reconoció la trayectoria y aportes de trece artífices del arte dancístico en México, provenientes de diversos puntos del país

·        “Es un orgullo celebrar sus vidas, dedicadas con pasión y tenacidad a la danza, gracias por lo que nos han dado, gracias por enriquecer la vida de todos nosotros”: María Cristina García Cepeda

·        Como parte del homenaje se ofreció una gala a cargo de la Compañía Nacional de Danza, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, el bailaor Sabás Santos y la Compañía Tania Pérez-Salas

Con un emotivo homenaje, este sábado 5 de noviembre se reconoció en el Palacio de Bellas Artes a lo más destacado de la escena dancística nacional y la labor de los miembros sobresalientes en los géneros de danza clásica, contemporánea, folclórica y española. 

En el evento, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) a través del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi Danza), se reconoció la trayectoria y aportes de trece artífices del arte dancístico en México, provenientes de diversos puntos del país. 

El acto fue presidido por María Cristina García Cepeda, directora general del INBA, quien estuvo acompañada por Jorge S. Gutiérrez, subdirector general de Educación e Investigación Artísticas y Ofelia Chávez de la Lama, directora del Cenidi Danza. 

García Cepeda apuntó que estos reconocimientos dan la oportunidad de reflexionar sobre nuestro patrimonio inmaterial y contribuir a enriquecer la memoria histórica del país, ya que, desde 1985, Una vida en la danza honra a los miembros de la familia dancística de México “cuya trayectoria ha sido ejemplo de compromiso con las instituciones y con los jóvenes, a quienes les han legado conocimiento excepcional.

“Este año hacemos entrega de trece medallas y reconocimientos a personalidades relevantes del arte del cuerpo en movimiento, tanto aquellos que continúan activos como a los que ya no están con nosotros pero que su legado ha trascendido enormemente”, aseguró. 

A nombre de la Secretaría de Cultura y el INBA, reiteró la admiración a esta comunidad: “Es un orgullo celebrar sus vidas dedicadas con pasión y tenacidad a la danza, gracias por lo que nos han dado, gracias por enriquecer la vida de todos nosotros”, agregó la funcionaria. 

Finalmente, expresó que la colaboración entre los creadores y las instituciones beneficia sustancialmente la expresión de las artes, su promoción y difusión, y reiteró su compromiso de seguir apoyando la labor de todos los protagonistas de la danza mexicana en sus múltiples manifestaciones y ámbitos. 

En esta séptima edición de la segunda época de Una vida en la danza, los homenajeados fueron Beatriz Correa, María Eugenia Fuentes y María Cristina Mendoza, en danza clásica; Sabás Santos, Pilar Medina y Silvia Martín Navarrete, en danza española, y Adriana Castaños, Lino Perea y Graciella Torres Polanco, en danza contemporánea. 

También se otorgó un reconocimiento especial a Ramiro Luna Martínez, por su labor como fisioterapeuta de la Compañía Nacional de Danza. Las distinciones in memoriam fueron para Frank Walter Fischer Thome, en danza clásica, fallecido en diciembre del año pasado, y Carlos Ramiro Rosas, en danza folclórica. 

Estas figuras fueron reconocidas por considerar que sus aportes son significativos en el devenir de la danza nacional y otras áreas relacionadas, como la escenografía, la promoción cultural, la música, la fotografía, la crítica, y por el testimonio que dejan a las futuras generaciones interesadas en este arte. 

Como parte de la ceremonia se ofreció una gala a cargo de la Compañía Nacional de Danza, que presentó Variación de Carmen y Aguas Primaverales; el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández deleitó a los asistentes con la Danza del Venado.

Por su parte, Sabás Santos presentó la danza flamenca Alegrías. El bailaor hizo gala de la furia de su zapateo, lo que le valió la ovación del público. 

La gala se coronó con la Compañía Tania Pérez-Salas con Catorce Dieciséis, pieza coreográfica de gran factura que dejó ver la calidad artística e interpretativa de la agrupación. 

Desde su creación en 1985, a iniciativa de Felipe Segura, Una vida en la danza, ha buscado construir y preservar la memoria dancística y dar continuidad al reconocimiento de sus protagonistas. En total, 365 figuras han recibido esta distinción, todos ellos han marcado las formas de hacer, sentir y pensar la danza en nuestro país.

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