TEATRO

Sigifredo Esquivel Marín, por un teatro por y para la afirmación de la vida

Boletín No. 1504 - 04 de noviembre de 2016

Ciudad de México, 4 de noviembre de 2016

Boletín núm. 1504

Sigifredo Esquivel Marín, por un teatro por y para la afirmación de la vida

o   Ganador del Premio Internacional de Ensayo Teatral 2016 por el texto De cuerpo presente en los umbrales de la finitud. 29 tesis sobre teatro, política e inmanencia

o   Fue galardonado el viernes 4 de noviembre en la 37 Muestra Nacional de Teatro, en San Luis Potosí

Un galardón indispensable, “cimiento y soporte de la reflexión sobre nuestra disciplina hoy en día”, es el Premio Internacional de Ensayo Teatral, dijo Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), durante la ceremonia de entrega de la edición 2016 del reconocimiento al autor zacatecano Sigifredo Esquivel Marín, el viernes 4 de noviembre en la 37 Muestra Nacional de Teatro, en San Luis Potosí.

Por su texto Del cuerpo presente en los umbrales de la finitud. 29 tesis sobre teatro, política e inmanencia, el ensayista, instructor de hatha yoga, profesor e investigador Sigifredo Esquivel obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Teatral 2016, convocado por el INBA, por medio de la Coordinación Nacional de Teatro y del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru), en colaboración con las editoriales Paso de Gato, de México, y Artezblai, de España.

El jurado del certamen, integrado por el dramaturgo colombiano Henry Díaz y los investigadores Rocío Galicia, de México, y Andrés Gallina, de Argentina, sentenció que el leitmotiv del texto es el cuerpo del actor: lo analiza y propone que su extracotidianidad es fundamental cuando se forma parte del teatro.

En la ceremonia, Arturo Díaz Sandoval, director del Citru, mencionó que actualmente existen más opciones para quienes hacen investigación y generación de pensamiento sobre el devenir del teatro contemporáneo. “Ya no se queda nada más en el cubículo”.

Agregó que se han hecho muchos estudios de investigación en una línea histórica y en ese sentido siempre se habla del pasado, pero también existe la necesidad de abordar el teatro contemporáneo y sus vínculos con la cultura y la sociedad actuales, para saber cuál es su impacto y pertinencia.

Este ensayo, sostuvo, cumple con los requisitos de basarse en el pensamiento existente y generar pensamiento propio, además de insertarse en el teatro contemporáneo, por lo cual fue declarado ganador por unanimidad y lo hace merecedor a un estímulo económico de 40 mil pesos y a su publicación y distribución a nivel internacional.

Teatro y política, caleidoscopio de la condición humana contemporánea

En la actualidad es necesario desacralizar el arte y repensarlo como una herramienta de subjetivación que pueda establecer sinergias y alianzas con otros componentes de construcción y deconstrucción del sentido, afirmó en entrevista Esquivel Marín.

“Frente al teatro del espectáculo, un teatro de la vida, un teatro por y para la celebración afirmativa de la vida, y tal cosa es el teatro de la inmanencia. El sentido del teatro despliega el porvenir del sentido humano, es decir, resulta absolutamente imprescindible para generar otras representaciones del ser y acontecer humanos”.

Colaborador en más de una veintena de libros y antologías en Iberoamérica y miembro fundador de la Academia de Teoría y Filosofía de la Educación, el doctor Esquivel Marín refirió que el objetivo de su ensayo es dilucidar la relación indisociable que establece hoy el teatro con la política, la inmanencia y el libre juego de la subjetivación. “Trato aquí de resignificar el teatro como un caleidoscopio de la condición humana contemporánea en su incierto devenir y busco retrotraer el teatro a la experiencia fundamental de la vida sin más”.

En ese sentido, aseveró que su texto esclarece la relevancia del teatro como un espacio de autocreación política en la sociedad contemporánea. A partir de 29 tesis o estancias argumentativas, merodea de manera poliédrica y concéntrica la relación fundamental que hay entre teatro, política e inmanencia como vida.

“Hoy el teatro tiene que ser ético-político de una forma inédita, pues ya no se trata de hacer un teatro de consignas o denuncia. Siguiendo al pensador excepcional Paulo Freire, se trataría más bien de pasar de la denunciación a la anunciación de lo inédito viable.

“La dimensión ético-política del teatro contemporáneo se despliega en la experiencia; es la puesta en escena de una política, de una micropolítica de experiencia subjetiva e intersubjetiva, donde se juega en la microfísica de los cuerpos, en los intersticios y en los umbrales. De ahí lo de umbrales de finitud en el título y 29 tesis sobre teatro, política e inmanencia en el subtítulo.

“No hay política real que no se ‘juegue el pellejo’ en el espacio público y a través de la interacción de los cuerpos. Si hubiese una revolución o una microrrevuelta tendría que ser hoy en la calle, en acción e interacción participativa, autogestiva y horizontal, a partir de una caja de herramientas agenciada con materiales explosivos de pensadores libres”.

El arte como micropolítica de la vida cotidiana y estética de los sentidos

Cuestionado acerca de la relación entre arte, política y educación, Sigifredo Esquivel consideró que “frente a la antigüedad, para el arte moderno –que en última instancia se constituye en sí y para sí mismo como arte– no hay arte antiguo, sino por anacronismo, que se autonomiza y se emancipa de las demás esferas de la vida cotidiana. Sin lugar a dudas, tuvo sus grandes momentos de gloria, pero ha terminado por encerrarse en una autorreferencialidad cada vez más vacía.

“Bajo tal contexto, el arte contemporáneo se retrotrae a una escena anterior a la idea de autonomía moderna. Es en este sentido que el arte establece derivas y fructíferos encuentros con la vida cotidiana, la política y otras creaciones histórico-sociales que permiten replantear el arte en el seno de la sociedad.

“Así pues, emerge una estética de los sentidos de y desde la vida cotidiana, que tiene como epicentro la vida en sus más diversas expresiones. El arte como micropolítica de la vida cotidiana y estética de los sentidos conlleva formas inéditas de aprendizaje y desaprendizaje, donde el sujeto y su apertura con el otro constituyen el bucle para repensar la tarea docente.

“La educación o es poética de la subjetivación o simplemente se reduce a adoctrinamiento dentro del sistema social dominante, y su pensamiento hegemónico, estrictamente hablando, se efectúa como no pensamiento.

“El arte –y en especial las artes escénicas–, puede agenciar dispositivos para pensar a contracorriente de las ideas dominantes y, así, concebir otro horizonte de mundo y de vida”.

Es por ello que, al analizar la formación teatral y el teatro contemporáneo en México, hoy representan “un campo problemático, atravesado por múltiples contradicciones y contracciones; no son un escenario homogéneo, pues aparecen como espacios multiestratificados y con diversas posibilidades de lectura”.

De manera “un poco apresurada y simplista”, señaló, “se podría decir que frente a un teatro que se efectúa en y desde lo instituido –lo cual también tiene muchos bemoles y asegunes–, se erige un teatro de lo instituyente, a partir de una serie de artes escénicas anómalas y nomádicas que van construyendo, lenta y sinuosamente, un hilo de Ariadna para salir del laberinto de la desesperanza y la insensibilidad extrema.

“Por ello, debemos apostar hoy por un teatro de vida, de vida libre y soberana. El problema central de las artes escénicas, en particular del teatro, sería contrarrestar la producción de sentido a contracorriente del grado cero de la sensibilidad contemporánea, así como construir comunidad en el clima social de violencia y crisis de los lazos sociales”.

Y concluyó: “La situación actual del teatro es de sobrevivencia, lo cual no dice mucho en un mundo donde sobrevivir es el signo de nuestros tiempos”.

Sigifredo Esquivel Marín (Pinos, Zacatecas, 1973) es autor de Pensar desde el cuerpo. Tres filósofos poetas: Spinoza, Nietzsche y Pessoa (2006), Imágenes de la imaginación (2006), Ensayar, crear, viajar. Sobre la tentativa como forma de arte (2008), Escrituras profanas de textos sagrados (2013) y Creación, crítica y subjetividad. Educar para resistir en el sistema-mundo global (2015).

Es miembro de la primera generación de becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas. Ha obtenido los premios Regional de Ensayo (Región Centro-Occidente) 2004, Nacional de Ensayo Abigael Bohórquez 2005, de Ensayo Universitario del 175 Aniversario de la Universidad Autónoma de Zacatecas 2008 y Nacional de Ensayo Político José Revueltas 2015.

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