MÚSICA

Viene a México la orquesta francesa Le Concert Spirituel

Boletín No. 1436 - 23 de octubre de 2016

Ciudad de México, 23 de octubre de 2016

Boletín núm. 1436

Viene a México la orquesta francesa Le Concert Spirituel

Considerada una de las mejores agrupaciones de música barroca con instrumentos de época en Francia y toda Europa, la orquesta Le Concert Spirituel, bajo la dirección de su fundador, Hervé Niquet, se presentará en el Palacio de Bellas el martes 25 de octubre a las 20:00 horas.

Invitada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la agrupación ofrecerá al público de la capital del país la ópera cómica con vestuario y en concierto Don Quijote en casa de la Duquesa, de Joseph Bodin de Boismortier, con libreto de Charles-Simón Favart.

El espectáculo se complementará con las Danzas campesinas, el motete para coro Exaudiat te Dominus, y la Chacona de Daphnis y Chloé, todas ellas obras de Joseph Bodin de Boismortier (1689-1755).

Dicho programa se presentará previamente el sábado 22 de octubre a las 21:00 horas en el Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, en el marco del XLIV Festival Internacional Cervantino, dentro del ciclo Cervantes 400. De la locura al idealismo.

Le Concert Spirituel, al rescate del repertorio tradicional francés

Los orígenes de Le Concert Spirituel se remontan al siglo XVIII cuando se fundó como la primera sociedad de conciertos privados en Francia. Al poco tiempo, por la Revolución, se extinguió por completo. Su nombre lo retomó Hervé Niquet en 1987 cuando fundó su ensamble de instrumentos antiguos, con el objetivo de revivir las grandes obras del repertorio francés interpretadas en la corte de Versalles.

Desde entonces, Le Concert Spirituel ha tomado la tarea de difundir la obra de los grandes compositores del patrimonio francés, desde Charpentier hasta Lully, pasando por Campra o Boismortier. Ampliando su repertorio con maestros italianos e ingleses, se ha colocado en la escena nacional e internacional como una de las agrupaciones de referencia de la música barroca.

Es invitada cada año al Théâtre des Champs-Elysées en París y al Castillo de Versalles, asimismo a grandes recintos de nivel mundial como el Royal Albert Hall de Londres, la Ópera de Tokio, el Auditorio Nacional de Madrid y ahora al Palacio de Bellas Artes en México.

El grupo fue nominado para los premios Grammy por su disco Sérénades chez Marie Leczinska, de Boismortier, y sus numerosas grabaciones son recomendadas por los especialistas de todo el mundo.

Además, Hervé Niquet recibió el Premio Edison por la dirección de las obras de Händel, Water Music y Music for the Royal Fireworks, que interpretó por primera vez en una versión historicista con la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam en mayo del 2004. Desde 2006 residen en Montpellier, ciudad a la que han asociado sus proyectos musicales.

Una joya musical de espíritu y humor

Don Quijote en casa de la Duquesa fue la primera obra que presentó Le Concert Spirituel hace 27 años. “¡No hace falta decir que aprecio mucho esta pieza!”, dice el propio Hervé Niquet, quien asegura que, además de ser “la obra de un genio de la ilustración —Joseph Bodin de Boismortier—, esta ópera cómica es una joya musical de espíritu y humor”.

Y agrega: “Estoy interesado en Boismortier porque, en mi opinión, es uno de los más grandes genios del siglo XVIII, que podía darse el lujo de decir lo que pensaba sin preocuparse de ofender. Fue uno de los pocos músicos que lograron vivir de su arte sin nunca necesitar un protector, razón por la cual, probablemente, a menudo fue ridiculizado”.

Boismortier es también, en mi opinión –dice el director artístico-- una persona que había encontrado el secreto de la felicidad: su música te hace feliz. Al analizar sus partituras podemos ver que algunas reglas de escritura orquestales son iguales que en la música de Rameau, pero siempre es Boismortier quien las utiliza primero. A él le importaba poco ser plagiado, e incluso se piensa que tal vez lo consideraba un honor.

El Quijote y la Duquesa

La ópera cómica Don Quijote en casa de la Duquesa, en tres actos, de Joseph Bodin Boismortier (1689–1755), se representó por primera vez en la Real Academia de Música de París, el 12 de febrero de 1743.

En ella se cuenta que el Caballero de la Triste Figura es víctima de una broma por parte de la Duquesa, quien habiendo leído la primera parte de la novela y conocedora del carácter de visitante soñador, monta una escenografía en la sala de su casa para que Don Quijote y su escudero se encuentren con monstruos, magos, princesas y habitantes de Japón.

El valeroso hidalgo cree vivir una verdadera aventura, pues la Duquesa representa a Altisidora, joven reina de Japón en apuros, a quien salva de un monstruo. Cumplida la misión, Don Quijote desea partir, pero le hacen creer que Dulcinea, hechizada, está presente en una tosca campesina, quien luego reclama airada haberla hecho participar en ese juego. Para compensar la broma, Altisidora ofrece su reino a Don Quijote y Sancho recibe el trono del Congo.

Fortalecido por su sólida formación como clavecinista, organista, pianista, vocalista, compositor, director de coro y director de orquesta, Hervé Niquet se acerca aquí a la maestría musical como lo haría un verdadero investigador: volviendo a la fuente original con el fin de evitar la convención y el hábito.

En la obra participan el tenor Emiliano González Toro como Don Quijote, el barítono Marc Labonnette en el papel de Sancho Panza, la soprano Chantal Santon Jeffery como Altisidora, hechicera y la reina de Japón y el bajo Virgile Ancely como Montesinos, Merlín y el traductor, entre otros.

El vestuario es de Anaïs Heureaux y Charlotte Winter para la producción del Teatro de la Ópera del Metz Métropole y la Ópera Royal, en un espectáculo del Castillo de Versalles, con el apoyo del Centro de la Música Barroca de Versalles. En México cuenta con el apoyo de de la Embajada de Francia en México, el IFAL, Institut Français, la Ville de Paris y el Adami.

Hervé Niquet se pregunta acerca del autor: ¿Cómo definir a Boismortier? Si me atreviera, lo compararía con la mente de otros dos compositores muy franceses: Francis Poulenc en el siglo XX, y actualmente, Michel Legrand (ambos técnicos sin precedentes cuyas obras se escuchan con placer; sin embargo, son cualquier cosa menos sencillos).

“He reunido a un equipo de cantantes e instrumentistas tan locos, pero también tan rigurosos como yo en la restitución de la música barroca, y juntos tenemos la debilidad de creer que las princesas que sufren infortunios pueden hacer que el público llore de risa y felicidad en el siglo XXI tanto como lo hicieron durante el carnaval de 1743”.

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