ARTES VISUALES

Antropofagia y modernidad se despide del Museo Nacional de Arte

Boletín No. 1123 - 24 de agosto de 2016

Ciudad de México, 24 de agosto de 2016

Boletín núm. 1123

Antropofagia y modernidad se despide del Museo Nacional de Arte

  • El domingo 28 de agosto finalizará el periodo de exhibición de la colección de arte brasileño

Devorar lo extranjero para convertirlo en algo propio fue la esencia del movimiento antropófago que se desarrolló en Brasil a partir del manifiesto que en 1928 dio a conocer el escritor Oswald de Andrade. Crear algo nuevo y original contó de inmediato con un gran número de seguidores. Algunos artistas empezaron a retomar sus raíces autóctonas y otros más hicieron aportaciones a lo contemporáneo.

La evolución de ese movimiento puede apreciarse en la exposición Antropofagia y modernidad. Arte brasileño en la Colección Fadel. 1908-1979, que concluirá su periodo de exhibición el domingo 28 de agosto en el Museo Nacional de Arte.

Más de 150 obras de la Colección Hecilda y Sérgio Fadel se presentan por primera vez en México, procedentes del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, lo que significa la oportunidad de ver reunidas piezas que difícilmente se expondrán en su conjunto próximamente en el país.

Una razón más para no perdérsela es conocer el trabajo de creadoras como Anita Malfatti, Tarsila do Amaral, Maria Martins, Lygia Clark, Lygia Pape y Wanda Pimentel, quienes fueron las mayores representantes del arte moderno y contemporáneo de Brasil, ya que la participación femenina empezó a ganar terreno durante el siglo pasado.

La música, en especial la samba –movimiento musical desarrollado por esclavos que obtuvieron su libertad a mediados del siglo XIX–, es uno de los elementos con los que se identifica a la cultura brasileña. Di Cavalcanti, por ejemplo, fusiona pintura y música en su cuadro Rodada de samba, en el que se aprecia a un músico con guitarra en mano y a una mulata, cuya sonrisa refleja que disfruta el momento musical.

El futbol también es una actividad muy arraigada en Brasil. La pintura Futbol de Cândido Portinari presenta una escena surrealista, donde un grupo de niños negros y mulatos, sin rostro, se disputan la pelota en un terreno árido, con unos troncos como portería, mientras unos animales se atraviesan en su camino, y al fondo se observan campos, un caserío y hasta un cementerio.

Quedan pocos días para conocer la obra de 70 artistas que, a través de la pintura, el dibujo, la gráfica, la escultura o la instalación, contribuyeron a construir la identidad brasileña del siglo pasado.

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